Pocas horas después de la primera derrota electoral del año, en Neuquén, los socios de Cambiemos se reunieron en la Casa Rosada con dos objetivos: fijar el libre albedrío en la interna cordobesa y oficializar una tardía decisión en materia tarifaria ante un reclamo de la UCR, especialmente del gobernador mendocino y titular del Comité Nacional partidario.
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Un año después del pedido de «aplanamiento» de los aumentos para el gas, la reunión de la mesa de Cambiemos oficializó una «mesa técnica de trabajo entre los técnicos del Ministerio de Hacienda y la Secretaría de Energía», junto con los de cada partido. Acordaron «disponer un aplanamiento de las facturas de gas para los meses de mayor consumo que implicará que sean similares al año anterior».
El planteo fue previo a la primera crisis cambiaria de mayo del año pasado, fue parte de ásperas discusiones con el entonces ministro de Energía, Juan José Aranguren, pero un comunicado de la mesa de Cambiemos sostiene que la UCR presentó este reclamo la semana pasada. La mención oficial de la alianza oficialista sobre el tema busca mostrar una convivencia pacífica entre los socios de Cambiemos, aunque el evento fue aprovechado por el presidente Mauricio Macri para mostrarse en el cierre de la reunión, en la que participaron los principales dirigentes del PRO, la Coalición Cívica y de la UCR, aunque el titular partidario no asistió por problemas de agenda.
Los intercambios del PRO con la UCR están cruzados por la derrota que sufrió este domingo el candidato a gobernador de Neuquén por Cambiemos, el radical Horacio «Pechi» Quiroga, que quedó tercero, debajo del kirchnerista Ramón Rióseco y del mandatario provincial Omar Gutiérrez, dirigente del Movimiento Popular Neuquino (MPN), un partido que gobierna ese territorio hace 57 años y que nació al calor de la proscripción del peronismo luego de la Revolución Libertadora.
A los escarceos neuquinos se sumó la interna cordobesa que se encamina a la crisis terminal de Cambiemos en esa provincia, con la postulación de dos candidatos a gobernador radicales: el diputado y titular del Interbloque de Cambiemos en la Cámara Baja, Mario Negri y el intendente de la capital cordobesa, Ramón Mestre.
Encuentro del PRO
Después de la Mesa Nacional de Cambiemos, el macrismo reunió a unos 500 asistentes en Parque Norte para escuchar a los principales ministros del Gobierno, pero en clave electoral y para contener la incertidumbre interna del partido. Mauricio Macri irrumpió sorpresivamente en el cónclave, aunque el jefe de Gabinete, Marcos Peña, fue el encargado de cerrar el evento y ratificó que el candidato de Cambiemos es el actual presidente, en una señal para el radicalismo, que busca al menos discutir su compañero de fórmula.
En la cita partidaria también participaron la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta y el ministro del Interior, Rogelio Frigerio. También hablaron el canciller Jorge Faurie y el secretario de Asuntos Estratégicos, Fulvio Pompeo, para explicar la situación en Venezuela y la posición del Gobierno, abiertamente comprometido en el aislamiento de la administración del presidente Nicolás Maduro y en el apoyo al autoproclamado mandatario «encargado», Juan Guaidó, titular de la Asamblea Nacional.
La bajada de línea sobre Venezulea forma parte de las argumentaciones que utilizará el macrismo durante la campaña, concentrado en polarizar con la oposición al respecto. Otro de los puntos tratados, además de la intención «motivadora» del encuentro, fue la necesidad de «profundizar la cercanía» ante la crisis, como una forma contener a los votantes desencantados por el ajuste y el tarifazo.