Los gremios docentes de la Ciudad de Buenos Aires realizaron hoy un paro para pedir la suspensión temporal de las clases presenciales ante el aumento de contagios por COVID-19. La medida fue realizada por la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), la Asociación del Magisterio de la Enseñanza Técnica (Amet), la Unión Argentina de Maestros y Profesores (Camyp) y la Asociación Docente de Enseñanza Media y Superior (Ademys). Según indicaron, hubo un acatamiento de entre el 85% y el 90%. En la provincia de Buenos Aires, la Unión de Docentes de la provincia de Buenos Aires (Udocba) también hizo una medida de fuerza por 24 horas que tuvo un 80% de adhesión.
La secretaria general de UTE, Angélica Graciano, calificó la medida como un “parazo” logrado a raíz de la unidad de acción. “Fue un paro impresionante, de esos que están marcando un cambio de época en la política educativa y sanitaria. Tenemos un promedio de un 90% de acatamiento en distintos niveles y modalidades. Hay escuelas que son 100%, otras menos. Además hoy había distribución de canastas nutritivas y muchísimos directivos fueron a distribuirlas pero pusieron adhesión al paro en el libro”, le dijo la titular del sindicato mayoritario a Tiempo Argentino.
“Se encendieron las alarmas. Había mucha angustia y pánico con gran cantidad de docentes y estudiantes contagiados. En el último mes hubo 5.600 contagios en instituciones, solo en lo que va de abril. En marzo fueron 1215. Es una suba exponencial en los contagios. La huelga lo que dice es que se necesita un corte, tiene que ser un llamado a reflexionar a Horacio Rodríguez Larreta y a la ministra Soledad Acuña. Ellos tienen la responsabilidad sobre la salud y educación de la comunidad, tienen que hacerse cargo de lo que pasa en la Ciudad”, agregó Graciano.
Según los conteos de Ademys, la adhesión fue del 60% aunque sostienen que hay que agregar a personas aisladas. El secretario adjunto, Jorge Adaro, dijo que fue un “paro muy muy fuerte”. “Fue muy bueno. Hay un promedio de un 60% y 65% de adhesión, pero nos da la impresión que es mayor. En esta ocasión hay que contar al 20% de ausentismo por casos de COVID y de aislamiento, de maestros que no están en las escuelas por el tema de la pandemia. Por lo cual, entre la decisión de parar más los compañeros que están aislados, llega al 85%. Hace mucho tiempo que no vemos algo con esta magnitud. Hay mucho temor, bronca, desconcierto en la base de las escuelas”, le explicó el gremialista a este diario.
Además, durante el mediodía, realizaron una caravana de autos y bicicletas desde el Congreso hacia la sede del Ministerio de Educación de la Nación para reclamar volver a la virtualidad. Es probable que continúen las medidas, el viernes habrá una asamblea del sindicato para definir los pasos a seguir. “El gobierno porteño se mantiene con un criterio bolsonarista de no cerrar nada y menos las escuelas. Entendemos que habrá que profundizar las medidas para la semana próxima”, advirtió Adaro.
Desde UTE pidieron la creación de un Comité de Emergencia integrado por representantes de toda la comunidad educativa. “Vamos a continuar con las verificaciones técnicas escolares porque hay muchos incumplimientos de materiales, de alcohol, de personal auxiliar. Nos preocupa mucho el tema de las puertas de las escuelas que no están señalizadas ni marcadas. Adentro se cumplen los protocolos y en la puerta de la escuela hay una cantidad de gente que no debería estar allí. Es fundamental que el ministerio lo mire con atención y creo que hay que discutir un sistema con presencialidad y virtualidad, qué porcentaje de cada uno, pero posteriormente a la suspensión temporal. Ahora tal como está hay que suspender. Hay que cortar la circulación ya, es imperioso. Es necesario un corte abrupto. Pueden ser dos o tres semanas y evaluar si eso fue efectivo”.
En la provincia de Buenos Aires, Udocba informó un 80% de adhesión al paro para reclamar la suspensión de las clases en las escuelas. “Este porcentaje refleja la necesidad de los y las docentes de sentirse protegidos y a salvo en su tarea cotidiana, dado que es sabido que las escuelas funcionan como correa de transmisión del virus Covid, como cualquier otra actividad social. Epidemiólogos y científicos avalan esta aseveración, ratificando que hay que evitar la circulación de personas en lugares públicos y las escuelas son un lugar en el que se congrega gente que a su vez viaja en transporte público, constituyendo un impacto sanitario de proporciones incalculables”, afirmaron desde el sindicato.