Uno de los leitmotivs de Mauricio Macri durante la campaña electoral fue cuestionar a «los que viven del Estado». Una vieja consigna que busca condenar a los dirigentes políticos que llevan muchos años en la esfera pública, y a los empleados estatales.
La paradoja es que, a nueve meses de asumido el gobierno de Cambiemos, un sector de la «patria contratista», esa estructura de negocios a la que pertenece la familia presidencial, está pasando un momento de esplendor. Los familiares directos, amigos y socios del mandatario han recibido participación en negocios por casi 49mil millones de pesos en esta etapa.
El primo
Ángelo Calcaterra -se sabe-es primo hermano del presidente. Es hijo de la hermana de don Franco Macri y es titular de la empresa Iecsa, una de las firmas que «perteneció» al imperio familiar.
El 17 de febrero de este año, Ángelo tuvo su primera gran noticia. La adjudicación de 2500 millones de pesos para participar de la construcción de una parte de los 2330 kilómetros de gaseoductos troncales que se harán en la provincia de Córdoba. La decisión tuvo la firma del gobernador cordobés Juan Schiaretti, pero se había cerrado con el aval del presidente. Macri había viajado a Córdoba dos semanas antes, a fines de enero, con parte de su gabinete. Se había reunido con Schiaretti para acordar la licitación, ya que la provincia no podía comenzar la obra sin el aval de la Nación para emitir el bono de deuda en dólares necesario para financiar el proyecto, que en total costará cerca de 850 millones de dólares. Una vez que Iecsa y su socia China entraron al negocio, el jefe de Estado le confirmó a Schiaretti su aval para endeudarse.
Pero la noticia más grande para el primo llegó después, el 22 de junio. Ese día tomó luz pública el decreto del Poder Ejecutivo nacional 797/16 que aumentaba las partidas presupuestarias destinadas a la obra pública. Entre ellas, la primera cuota de los 45 mil millones de pesos que se supone que costará el soterramiento de la línea Sarmiento entre Moreno y Once. De la obra participarán Iecsa con dos empresas más, la italiana Ghella y la brasileña Oderbretch.
Este diario informó el 29 de abril que Calcaterra estaba a un paso de traspasar Iecsa a Ghella SA, la constructora italiana que se hizo famosa en Argentina cuando Macri decidió entubar el arroyo Maldonado y le entregó la obra que ganó notoriedad tras surcar el subsuelo para dar una primera solución de ingeniería a las inundaciones porteñas.
Soterramiento en espera
La licitación del soterramiento del Sarmiento se había realizado en el año 2007, durante el primer gobierno de Cristina Fernández, pero entonces el contrato obligaba a las empresas contratistas a buscar financiamiento externo para la obra. Luego el Estado pagaría el endeudamiento. Ese financiamiento nunca llegó. En cambio, lo que hizo Macri fue que sea el propio Estado el que ponga de su presupuesto los recursos para el proyecto. Sólo con estas dos obras, Calcaterra participará de negocios por 47.500 millones.
El Congreso le puso un paño frío a esta fiesta. El pasado 23 de agosto la Comisión Bicameral que revisa los DNU frenó la reasignación presupuestaria de 797. El motivo no fue tanto la presencia de la familia presidencial en la obra, sino la falta de federalismo de las partidas, que impulsan obras con impacto en el GBA y Capital Federal, distritos gobernados por el PRO. El DNU ahora deberá ser tratado por el pleno de ambas Cámaras. Si consigue el respaldo en cualquiera de las dos quedará aprobado.
Sobre Iecsa, que junto con Creaurban forman el grupo ODS, hay una pregunta compleja. ¿Es Calcaterra el verdadero dueño? Las dos firmas fueron transferidas a Calcaterra en 2007, cuando Macri ganó la jefatura porteña, ya que Iecsa era y es contratista de la Ciudad. Era un modo de cuidar las apariencias. La transferencia de la empresa se produjo con el mecanismo de «prenda». Es decir: alguien traspasa las acciones a otro titular sin cobrar nada y como garantía se queda con la posibilidad de recuperar esas acciones, si el comprador no paga. Ese mecanismo se utilizó, por ejemplo, cuando la familia Ezkenazi adquirió una parte de YPF en 2007, en el fallido proceso de argentinización de la petrolera. Ezkenazi pagó por sus acciones un año después, con las ganancias que recibió de la propia compañía. El punto es que Calcaterra todavía no le pagó a SOCMA por Iecsa, según la información que la propia empresa comunica en la Comisión Nacional de Valores. Entonces SOCMA todavía tiene la prenda por Iecsa, la puede recuperar. ¿Quiénes son los dueños de SOCMA? : los Macri.
El hermano de la vida
Macri sostuvo siempre públicamente que su «hermano de la vida», Nicolás Caputo, no había participado de licitaciones en la Ciudad. Se refería a la firma Caputo SA, que tenía el nombre de su amigo de la infancia. Por eso Nicky usó SES, de la que tiene el 50% de las acciones, en la obra porteña, a través de la cual recibió más de 1600 millones en ocho años. Ahora que Macri está en la presidencia, dejó un poco de lado las apariencias y una de las primeras decisiones que firmó fue terminar de adjudicarle a Caputo SA la construcción de los edificios del reactor 10 de la Comisión Nacional de Energía Atómica. La medida se publicó el 29 de enero pasado en el boletín oficial. «Se adjudica a la firma Caputo S.A.I.C. y F, por un importe total de pesos setecientos noventa y seis millones setecientos veintiocho mil quinientos ochenta y tres con 06/100 ($ 796.728.583,06.).
Otra parte importante de los negocios de Caputo sigue transcurriendo en la Ciudad, manejada por el PRO, en algunos casos con adjudicaciones que ya había firmado Macri antes de irse. Los primeros días de marzo de este año fueron prósperos para Nicky. El 7 de marzo el boletín oficial porteño publicó «la Licitación 852 SIGAF (Sistema Integrado de Gestión y Administración Financiera)», adjudicando a SES el mantenimiento integral de escuelas de la Comuna 5 por 104 millones de pesos. La segunda adjudicación fue 24 horas después, el 8 de marzo, la Licitación Pública 844 por más de 87 millones. Luego, el 11 de marzo, para cerrar la semana, la «Licitación pública 841 SIGAF» por más de 93 millones, para obras en escuelas de la comuna 1.
En total, sólo en esos cinco días, Caputo recibió más de 285 millones. Para completar, en mayo, recibió la licitación de 69,2 millones de pesos para la red pluvial de la Red de Captación Pluvial VII del Ramal Caaguazú, obra que ya le había adjudicado Macri antes de dejar la Ciudad. En nueve meses con su hermano del alma en la presidencia y con el sucesor de elegido por Macri, Horacio Rodríguez Larreta al frente de la Ciudad, Caputo participó de negocios por más de 1100 millones de pesos. «