Como era de esperarse, la abrupta devaluación de mediados de 2018 repercutió en la temporada estival 2019. El aumento de los costos de vacacionar y la crisis del dólar provocaron que un porcentaje importante de turistas que solían elegir destinos del exterior optaran por descansar fronteras adentro, y a esta altura del verano ya se advierte que los balnearios de la Costa Atlántica serán los más beneficiados por esa «repatriación» forzada, pero no todos. Acorde a estos tiempos, el cambio sólo favorece a los más exclusivos, como Cariló o Pinamar. La tendencia indica que el corrimiento afectará a quienes acostumbraban veranear allí, y ahora lo harán en playas más populares, y que, en general, el porcentaje de personas que logra acceder a un período vacacional fuera del hogar decrece fuertemente: un informe del Centro de Estudios Metropolitanos (CEM) detalla que sólo el 32% de los porteños planea hacerlo, mientras un 56% sí pudo vacacionar el verano anterior. En ningún caso se espera que el consumo supere al de la temporada pasada, que no fue buena.
Días atrás, el secretario de Turismo de la Nación, Gustavo Santos, confirmó que los pasajes al exterior cayeron un 30% y avizoró que, en consecuencia, el turismo interno crecería un 20% respecto de 2018. Aportaría lo suyo el auge de las cuestionadas aerolíneas de bajo costo, que lograron abaratar los gastos a la hora de viajar a distintos destinos del interior.
«La cantidad de gente que se va a movilizar por el país va a ser superior a la del año pasado, pero el consumo va a ser menor y no podrá alcanzar a la inflación», explicó a Tiempo el secretario de Turismo de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), Gregorio Werchow. Por las restricciones económicas en general y porque «la tarjeta de crédito, que es una herramienta muy importante, quedó con un saldo muy restrictivo: hoy el refinanciamiento o el pago mínimo tienen una tasa efectiva del 110 por ciento». Para Werchow, «si bien mucha gente que iba a países limítrofes como Brasil, Uruguay o Chile se quedará en la Argentina por la cotización del dólar, eso no significa que vayamos a compensar lo que perdimos durante el año pasado, cuando en cada fin de semana largo estuvimos debajo de un 2,5% en promedio. En el acumulado, eso representa una merma importante».
A grosso modo y salvando las distancias, turistas que solían ir a Brasil están eligiendo Mar del Plata o alguna ciudad balnearia del Partido de la Costa, mientras quienes preferían Punta del Este eligen las alternativas locales más exclusivas, como Cariló, Pinamar o Mar de las Pampas.
La primera quincena de Mar del Plata, por caso, cuenta con una ocupación del 70% de sus carpas y sombrillas, cuando para esta época en 2018 se ubicaba como mucho en un 60 por ciento. Con respecto al hospedaje, el porcentaje cubierto se eleva a un 85% de jueves a domingos, mientras que en la semana baja a un 65 por ciento. Como contrapartida, Cariló se posiciona como una de las estrellas del verano, absorbiendo un 20% más de ocupación con esa franja de nuevos viajeros de cabotaje. Jorge Santamarina, de la Inmobiliaria Santamarina, señaló que si bien la ciudad cuenta con «un porcentaje de ocupación ya establecido que se repite año a año, con una clientela cautiva, este año se verá reforzada por la situación cambiaria».
«Empezamos a notar esta tendencia –comentó Santamarina– a partir de septiembre, cuando el dólar ya se había disparado y la gente comenzó a anticipar sus vacaciones. Creemos que la temporada será muy buena. La primera quincena de enero tenemos una línea de casas y departamentos con ocupación prácticamente plena. Veremos qué ocurre en la segunda y en febrero, que siempre se trabaja un poco menos, aunque con Carnaval en marzo, esperamos que la temporada se estire un poco más». Los alquileres en Cariló aumentaron un 25%: las casas de tres o cuatro dormitorios arrancan en 50 mil pesos la quincena y pueden alcanzar los $ 120 mil, dependiendo de los servicios. Consultado por Tiempo, el presidente de la Cámara de Turismo de Cariló, Ignacio Cattaneo, reconoció que el aumento de precios en algunos rubros alcanzará el 40%, y si bien «en alojamiento, gastronomía y supermercados estamos en un buen nivel de gasto, entiendo que indumentaria y regalería son los sectores que más van a sufrir la crisis. Todos vamos a estar contentos si facturamos lo mismo que el año pasado, sumada la inflación». «
En Google, búsquedas de cabotaje
«La relación entre turismo emisivo y receptivo se ha visto significativamente alterada en momentos de corrección cambiaria», destaca un informe del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL) de la Fundación Mediterránea. Lo peculiar del trabajo es que analizó las variaciones interanuales de diferentes búsquedas de Google como una herramienta para dar cuenta del cambio de expectativas veraniegas de los argentinos, afectados por el aumento del dólar. Con respecto a los últimos meses de 2017, las búsquedas referidas a las «compras en Chile» mermaron hacia fines de 2018 en un 84,9%; el interés por los «vuelos a Miami», un 43,4%; los «paquetes a Brasil», un 28%; y la búsqueda «Buquebús a Uruguay» bajó un 41 por ciento.