Críticas por lo bajo, negociaciones y cautela. Más allá de la dura ofensiva política de Cambiemos sobre La Matanza que generó una firme respuesta de la intendenta Verónica Magario (ver aparte), los jefes comunales peronistas señalaron al proyecto que intenta dividir en cuatro distritos al municipio más poblado de la Provincia como parte de una estrategia distractiva del PRO y sus aliados. Advirtieron que la iniciativa es de corte electoral, busca dividir a ricos y pobres, y soslaya la consulta necesaria a los vecinos.
Sin embargo, la necesidad de negociar con Provincia y Nación mejoras y presupuesto para sus distritos, y los propios reposicionamientos en torno al peronismo, derivó en que muchos jefes comunales guarden silencio público a pesar de los cuestionamientos. Y que alguno, incluso, considere a ese proyecto como un tema ajeno, al menos por el momento. Con este proyecto, el gobierno ha querido distraer, salir de los temas que preocupan a los vecinos, que son muchos y están abiertos. Para nosotros es una estrategia que trata de desviar la agenda de los temas que importan en la Provincia: infraestructura, obra pública, salud, educación, señaló a Tiempo un jefe comunal con liderazgo entre los intendentes cercanos a los gobernadores peronistas y que buscan nuevos referentes provinciales y nacionales. Ni siquiera lo tenemos en agenda. Hay proyectos de dividir comunas desde hace 20 años. Pregúnteles a los vecinos si quieren que se subdivida el municipio, una parte rica y otra pobre, dijo a este medio un intendente del sur del Conurbano. A nosotros no nos toca, resumió por su parte el funcionario de un jefe comunal de otro populoso distrito, en la posición más distante de los matanceros. Fernando Gray, intendente de Esteban Echeverría partido subdividido en 1994 dijo a Tiempo que «seguramente» el tema será analizado entre los jefes comunales.
Quien sentó una posición intermedia fue Juan Zabaleta, intendente de Hurlingham, municipio que formó parte de Morón hasta el 28 de diciembre de 1994. Creo que con La Matanza hay que dejar la calentura política de lado afirmó a este diario. A veces hay que ponerse de acuerdo. Es bueno generar autonomía, pero si esa autonomía tiene un impacto directo de llegada de los gobiernos hacia la comunidad. Dividirlo por dividirlo, por estas cuestiones de la política, no tiene sentido. Hay que estudiar muy bien el proyecto. Esta no puede ser una discusión que se dé en tres meses, reclamó.