Látigo y chequera en mano el gobierno nacional consiguió que los mandatarios provinciales jueguen fuerte y que, a través de los senadores, la discusión sobre la modificación de Ganancias se postergue.
Con la mira puesta en el año electoral que comienza en pocos días y la conciencia plena de que la reactivación económica no llegará de mano de los privados el Poder Ejecutivo tomo la obra pública como espada y la blandió ante los gobernadores. Así las cosas, los gobernadores de billeteras flacas decidieron apoyar la postura del gobierno nacional y plantear la necesidad de postergar el debate debido a la reducción de la recaudación de un impuesto coparticipable.
De esta manera, salvo algunas excepciones, los gobernadores pasaron por la reunión de la Comisión de Presupuesto del Senado a señalar la irresponsabilidad de aprobar un proyecto que desfinancia a las provincias.
El primero en exponer y defender los intereses de Cambiemos fue el gobernador salteño, Juan Manuel Urtubey, quien se manifestó a favor de actualizaciones en los mínimos no imponibles del impuesto a las Ganancias, pero alertó que avanzar con este proyecto sería profundizar el desfinanciamiento de las arcas provinciales.
Seguidamente, la mandataria de Tierra del Fuego, Rosana Bertone, otra aliada incondicional del gobierno de Mauricio Macri, afirmó que tendría que hacer malabares en su provincia, en caso que se apruebe el proyecto de la oposición. Y pidió a los senadores que realicen modificaciones a la iniciativa con media sanción para evitar los rojos fiscales en las provincias.
El único en pronunciarse a favor del proyecto opositor de reforma al Impuesto a las Ganancias, tal cual fue aprobado por la Cámara de Diputados, fue el gobernador de Chubut, Mario Das Neves. El mandatario se refirió a la grave situación económica que atraviesa su provincia donde, dijo, hay una sensación de incertidumbre en la gente.
Reclamó que le hubiera gustado que la propuesta oficial sea un acuerdo entre Nación y los gobernadores. La AFIP recauda 92 millones solo de sueldo y aguinaldo en Ganancias este diciembre, que podrían estar en el mercado interno, señaló.
Por su parte, el mandatario de Neuquén, Omar Gutiérrez, también afín al oficialismo, consideró que esta ley después de diez años de no ser modificada requiere consenso. Estoy convencido que dándonos unos días podemos encontrar un amplio consenso, manifestó y pidió esfuerzo, responsabilidad y compromiso para encontrar ese equilibrio.
En tanto, el gobernador rionegrino Alberto Weretilneck resaltó que la ley de la oposición es una de las peores leyes que pudiera existir en la relación Nación-provincias y provincias-Nación, y que además termina de llevar al quiebre y déficit a las provincias. Significa un golpe fuertísimo en nuestras finanzas, añadió.
A su turno, el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, advirtió que su provincia tiene un déficit fiscal profundo y que la iniciativa opositora impactaría en el orden de los 1000 millones de pesos. El radical recomendó no apurarse tanto y alcanzar un punto de acuerdo. Le pido al Senado que pare un poco el tema, sostuvo y afirmó que la mayoría de las provincias están en una situación compleja.
En tanto, el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, pidió parar la pelota y trabajar en una nueva propuesta para aplicarla en un plazo razonable.
Lo que los gobernadores no pudieron conseguir en Diputados, por ahora lo han logrado en el Senado. Sin embargo, a esta altura el final del debate sigue siendo incierto.
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