La cúpula de la CGT volvió a hablar mano a mano con el presidente Alberto Fernández. Esta vez con un asado en Olivos. Hasta allí llevaron sus reclamos por la compleja situación que atraviesan las obras sociales y la situación crítica de algunos rubros. También se habló de las elecciones dentro de la central obrera, una instancia prorrogada a la fuerza por el covid, pero que generará tensiones en un futuro cercano dentro del movimiento obrero organizado. La fecha será anunciada próximamente, según anunciaron fuentes sindicales.
Si bien desde el gobierno nacional y de la central obrera destacaron que “fue una muy buena reunión”, quedaron temas por resolver. Entre ellos la demanda de más recursos para las obras sociales que seguirá siendo analizada la semana próxima en una reunión que mantendrán con el ministro de Salud, Ginés González García.
Por lo pronto, las elecciones en la CGT fueron postergadas para febrero. Allí se podrán enfrentar dos sectores bien diferenciados. El que se aglutina alrededor del Frente Sindical por el Modelo Nacional (Fesimona) (moyanismo y Serio Palazzo de La Bancaria, entre otros) y la actual conducción que encabeza Héctor Daer y el barrionuevista Carlos Acuña.
Esta división siempre estuvo presente, pero quedó más expuesta el Día del Militante, cuando los integrantes del gobierno nacional concurrieron a un acto dentro de la sede de la CGT, mientras que el moyanismo y sus aliados marcharon por las calles porteñas.
El presidente había estado molesto con Daer, su amigo personal, porque la central obrera había firmado un documento junto a AEA (Asociación Empresaria Argentina) para criticar la actual política económica pero también la de las “décadas pasadas”, frase que enojó al kirchnerismo. Después del asado de este martes el gobierno les prometió aumentar la cantidad de encuentros por lo que los sindicalistas se fueron contentos.
«Fue una reunión muy relajada, en la que todos pudimos hablar y encontramos a un presidente muy receptivo. Además quedamos en volver a encontrarnos cada 15 o 20 días. Y eso para nosotros es un golazo», graficó el dirigente metalúrgico Antonio Caló. El líder de la UOM destacó especialmente el acuerdo para avanzar en un encuentro entre el secretario de Acción Social de la CGT, José Luis Lingeri, y el ministro González García, en el que se pueda abordar la cuestión de los fondos de las Obras Sociales. Caló dijo que en el almuerzo -solicitado por los gremios- y que se desarrolló en la residencia de Olivos, también se trataron otros temas relacionados con la situación política y social del país. «Para nosotros es un paso adelante. Nos veníamos reuniendo cada tres meses y ahora vamos a poder charlar más seguido, para que no pase como hoy, que fuimos con todo junto», agregó.
El Presidente estuvo acompañado por el ministro de Trabajo, Claudio Moroni -a quien le cantaron el feliz cumpleaños-; la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca; el secretario general de la presidencia, Julio Vitobello; y el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz.
Mientras tanto, la delegación sindical estuvo integrada por Héctor Daer, Carlos Acuña, Andrés Rodríguez, José Lingieri, Jorge Sola, Armando Cavalieri, Gerardo Martínez y el mencionado Caló.