El conflicto con los docentes y su costo político sobre la figura de María Eugenia Vidal genera preocupación en el macrismo. Después de un mes de negociaciones, algunos funcionarios analizan con inquietud cuál será el impacto que tendrán los 321 mil educadores en las elecciones legislativas de 2017. «Son una cantidad enorme. Tienen padres, hijos, parejas, amigos, llegan a mucha gente», reflexionó un operador oficalista, un hombre que recorrió de punta a punta el distrito más poblado de la Argentina.
El Censo Nacional del Personal de los Establecimientos Educativos que se realizó en 2014 da cuenta de que hay 256. 754 docentes y profesores en la provincia de Buenos Aires. A ellos se les suman 38.318 enseñantes que trabajan en dirección y gestión y otros 73.754 que realizan tareas de apoyo educativo. De ese universo de 321.655 personas, hay 243.533 que trabajan en establecimientos públicos y 102.928 en establecimientos privados.
Según una encuesta a la que tuvo acceso Tiempo, el 48% de los bonerenses apoya a la gobernadora bonaerense en el conflicto docente, pero un 42% cuestiona las acciones emprendidas por María Eugenia Vidal. La mandataria es, sin dudas, la figura más atractiva que tiene el macrismo a nivel nacional, pero la marcha de las negociaciones salariales amenazan con desgastarla. «Hace tres semanas nos daba 65% a favor y 25% en contra», graficó un colaborador de Rogelio Frigerio, antes de ilustrar sus palabras con una anécdota. «Hace poco me encontré con la directora de un colegio. Nos apoya y nos votó en las elecciones, pero no le gusta la forma en que estamos manejando la paritaria. ‘Vinieron a unir, no pueden estar hablando de la lucha de Vidal contra los docentes’, me dijo. Y tiene razón», recordó el funcionario.
«Si bien en la representación sindical no es macrista, en la Provincia y en la Ciudad hay una proporción muy grande que simpatiza o votó al PRO», le aseguró a Tiempo un especialista en Educación que prefirió mantener a resguardo su nombre. «A grandes rasgos la docencia debe reflejar lo que fueron las elecciones», analizó un dirigente sindical que, sin entrar en los números finos, puso de manifiesto la cercanía que existe en el sector de la enseñanza con el macrismo.
No en todos los despachos predomina la preocupación. En la Casa Rosada aseguran estar tranquilos con el rumbo que llevan las negociaciones hasta el momento. «Para nosotros los números están cada vez mejor, el endurecimiento de María Eugenia mide bien», confió un funcionario que sigue de cerca la evolución de la gobernadora. «No es fácil. Lo que crece es la gente que dice que la solución depende más de los sindicalistas que del gobierno. Piden que aflojen los sindicalistas más que el gobierno. Bah, piden que aflojen los dos
», se sinceró el asesor.
«La decisión de negociar con los docentes como se negocia con los demás sectores está tomada hace rato: 18 o 19% de aumento más cláusula gatillo. No se puede hacer una excepción. Sabíamos que Baradel iba a pedir cualquier cosa para no arreglar y tener una pelea larga», explicó un hombre con despacho en gobierno. ¿Serán los recibos de sueldo con días de paro descontados los que inclinen la balanza? «No es nuestra principal estrategia, pero seguramente influya en algunos docentes», agregó el funcionario.
En CTERA dudan de la eficacia de las técnicas empleadas por el oficialismo. «Cada iniciativa para romper la huelga se les volvió en contra. Los ‘tuiteros voluntarios’ para enfrentar a las familias con docentes salió mal. Después intentaron enfrentar a la educación privada contra la pública, enumeraron desde el más importante de los sindicatos docentes. «
Denuncian descuentos a maestros que no pararon
Los recibos de sueldo de los docentes porteños llegaron con sorpresas. Algunos de ellos vieron como se les habían descontado los días de paro, hubieran adherido o no a la protesta. «Mandan gente a las escuelas y si las ven cerradas les descuentan la jornada a todos los maestros que trabajan allí. No importa si están de licencia o, en el caso de secundarios, no les corresponde asistir ese día», remarcó Eduardo López, titular de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE).
El descuento de los días de paro, sostienen los sindicatos, es «absolutamente ilegal» y ya fueron varios los gobernadores que lo aplicaron como una forma poco sutil para romper las medidas de fuerza. «La Justicia debe determinar que un paro es ilegal para que puedan descontarte el día. Deben demostrar que nosotros nos retiramos de la negociación partaria. Pero la realidad es que el gobierno nacional no convocó a ninguna negociación y eso es lo que reclamamos, explicó López, que también es Secretario Gremial de Cetera.
No sólo les decuentan injustamente a los que adhirieron al paro. En una escuela en donde una maestra estaba de licencia por embarazo y otra porque tenía un familiar enfermo les descontaron los días», agregó.
«Fueron el día del paro para amedrentar y no había personal docente, que es el único autorizado a abrir el libro de firmas.»
El libro de firmas sirve, por ejemplo, para saber quién está de licencia en un establecimiento.
«Son intimidadores profesionales sin título ni función, no son auditores. Es personal antihuelga, nada que ver con el noble oficio del auditor. No es contra los ñoquis, es contra los huelguistas», fustigó el titular de UTE.
A nivel nacional, CTERAenvió notas a varios gobernadores contra la decisión que señalan como «ilegal y arbitrario» descontarles los haberes por sumarse a las medidas de fuerza. «Consideramos que no puede acarrearles a aquellos (que adhirieron) el perjuicio patrimonial que se pretende endilgarles y mucho menos naturalmente cercenárseles el derecho de huelga garantizado por el artículo 14 bis de la Constitución Nacional», argumentaron.