Los números surgen del Primer Informe sobre Intentos de Femicidios realizado por el Ministerio de la Mujeres, Políticas de Géneros y Diversidad Sexual de la provincia en base a los llamados recibidos en la línea 144 entre enero y mayo de este año. Es la primera estadística oficial realizada en la materia, que incluye un abordaje cuantitativo y cualitativo, y también analiza casos testigo.
Según el trabajo, que fue presentado hoy por la ministra Estela Díaz y la subsecretaria de Políticas contra las Violencias por Razones de Género, Flavia Delmas, entre el 1° de enero y el 31 de mayo, las operadoras de la línea telefónica atendieron 9085 consultas por violencia de género y, en 161 de ellas, quienes llamaron manifestaron haber sufrido al menos un intento de femicidio. En la mayoría de los casos, llamaron para buscar asesoramiento pero también por situaciones de emergencia. La estadística marca que los pedidos de ayuda se repitieron cada 22 horas.
El informe revela que el 78% de quienes llamaron eran las propias víctimas de la violencia, que en el 55% de los casos el agresor era la ex pareja y en el 37% la pareja actual. Además, el 57% de las mujeres habían realizado una denuncia previa y, al menos el 30% de estos intentos se dieron en el marco de medidas cautelares vigentes. El 24% tenía restricción perimetral; el 10% de las mujeres tenía botón antipánico; en el 6% de los casos el agresor estaba excluido del hogar por orden judicial, mientras que el 3% de las víctimas contaban con custodia policial permanente.
El relevamiento también indaga en las modalidades más habituales de intento de femicidio, de acuerdo a lo relatado por las mujeres. La más frecuente es el intento de asfixia o de ahorcamiento; le siguen las agresiones con armas blancas como cuchillos u objetos punzocortantes como tijeras y destornilladores. En tercer lugar aparecen los golpes capaces de provocar la muerte y, en cuarto orden, el intento de prender fuego a la mujer o a la casa que habita con ella adentro. También hay amenazas con armas de fuego e intento de atropellamiento con el auto.
Entre los modos menos habituales están el intento de ahogamiento en una pileta, o de arrojar a la víctima por el balcón, o de matarla dejando las hornallas de la cocina perdiendo gas.
La mayoría de los llamados analizados corresponden a 51 municipios de la provincia, aunque más del 70% de las consultas provinieron de sólo 15 distritos: La Plata, Mar del Plata, Almirante Brown, José C. Paz, La Matanza, Tandil, Zárate, Bahía Blanca, San Miguel, Merlo, Avellaneda, Florencio Varela, Moreno, Tigre y Lanús. Respecto de las víctimas, la mayoría tiene entre 36 y 45 años.
La ministra de las Mujeres, Estela Díaz, señaló que el informe es clave para la elaboración de políticas públicas de prevención. «Es un informe cuanti y cualitativo que pretende ahondar en qué características tienen estos intentos de femicidio, su repitencia, quiénes son las víctimas que los sufren y quiénes son los agresores. Nos parecen herramientas de investigación centrales para trabajar en la prevención de estos femicidios», explicó.
Díaz también aseguró que lo que más alarma del estudio es que en el 94% de los casos se dan en el ámbito doméstico y que en el 92% el agresor es la pareja o la ex pareja, una problemática que se agudizó en el contexto de encierro por la pandemia. «Estamos asistiendo a sus víctimas, hay un trabajo en la Dirección de Casos Críticos y Alto Riesgo que ha receptado desde la pandemia la atención a más de 800 situaciones de estas características. Y cuando miramos los intentos de femicidios nos preocupa que la sobrerrepresentación de esta modalidad es violencia doméstica y que las mujeres relatan que sufrieron más de una situación de este tipo».