En la víspera de que se cumplan los 300 días de detención de Milagro Sala, las militantes de la organización barrial Tupac Amaru, Maria Molina y a Elba La Gringa Galarza, fueron liberadas este jueves por la justicia jujeña. Las presas políticas llevaban casi siete meses detenidas en la Comisaría de la Mujer de la ciudad de San Salvador, involucradas en una de las causa que estaba cerrada y que reabrió el juez de instrucción N°2 Pablo Pullén Llermanos para acusar a Milagro Sala por un supuesto intento de homicidio por un hecho ocurrido hace 9 años.
Molina y Galarza fueron liberadas de la Comisaría de la Mujer N°49, en Huaico, donde Pullén Llermanos las tenía detenidas acusadas de encubrimiento agravado, informaron fuentes de la Tupac Amaru. Las mujeres permanecían encerradas en esa seccional desde el 28 de abril, involucradas en un proceso plagado de irregularidades y por el que sus abogados defensores habían solicitado su libertad, alegando que el presunto delito achacable era de encubrimiento simple y por lo tanto excarcelable, explicaron.
Las mujeres son las primeras de los doce presos políticos de la Tupac Amaru en recuperar la libertad luego de que el Grupo de Trabajo sobre Detención Arbitraria de la ONU considerara, hace quince días, arbitraria la detención de Milagro Sala y ordenara su liberación inmediata.
La excarcelación de Molina y Galarza fue la primera medida que tomó el juez Gastón Mercau, en cuyas manos recayó el expediente en los últimos días, luego de que el equipo de abogados defensores consiguiera la inhibición de Pullén Llermanos en el expediente por incompatibilidad de su cargo.
La causa por las que las militantes de la Tupac estaban detenidas comenzó el 26 de febrero, cuando el juez dictó una nueva orden de detención contra Sala por encubrimiento, que después recaratuló como tentativa de homicidio, al acusarla de ser la mentora de un tiroteo en el que fue herida una niña en el año 2006.
La orden la emitió con una única prueba: los dichos de Yésica, la hija de Jorge Paes un preso acusado de participar en ese hecho junto a otros dos detenidos, Jorge Ávila y Alberto Cardoso, quienes ya habían desvinculado a Sala.
Paes cayó preso el año pasado después de pasar ocho años prófugo y fue sobreseido en el expediente luego de que Yésica Páes involucrara a Sala. En esa declaración, que la hija del preso hizo a solas y durante siete horas frente al juez, también involucró a Molina y Galarza, en hechos supuestamente ocurridos en enero pasado.
Cuando la Justicia jujeña finalmente inhibió al juez, le quitó el expediente y lo remitió a Mercau, se encontró con una paradoja: las mujeres estaban detenidas por el supuesto delito de encubrir a una persona sobreseída, es decir, que para la justicia no tenía participación en el delito. El magistrado decidió entonces otorgar la libertad pese al rechazo del fiscal de de Investigación Gustavo Araya.
Más apoyos a trescientos días
Las excarcelaciones se produjeron en la víspera de los 300 días de detención de Sala y al día siguiente de que la Mesa Directiva del Parlasur expresó su acompañamiento al pedido de la ONU de liberar a la dirigente. La mesa, constituida por su presidente Jorge Taiana y por los vicepresidentes de cada Estado parte del Mercosur, Arlindo Chinaglia por Brasil, Tomás Bittar por Paraguay, Daniel Caggiani por Uruguay y Luis Emilio Rondón por Venezuela, difundió una declaración en atención a la situación de la parlamentaria electa Milagro Sala en donde expresa su acompañamiento a la resolución de la ONU.
También el miércoles Sala recibió en prisión a un grupo de legisladores del Frente Para la Victoria, encabezados por el diputado Héctor Recalde y la senadora Virginia García, quienes denunciaron el clima de persecusión que se vive en Jujuy y reclamaron el cumplimiento del reclamo de Naciones Unidas.
En esa visita los legisladores también se reunieron con el juez Mercau a quien le pidieron la liberación de los militantes encarcelados. Ahora falta que el Estado nacional cumpla con el pedido de la ONU y libere a Milagro Sala y a todos los demás presos políticos de Jujuy, remarcó Recalde al conocerse la libertad de Molina y Galarza.