Es alta la posibilidad de que esta semana se sancione la norma que busca proteger el empleo con una suspensión de despidos por seis meses. Lo paradójico es que el gran promotor de esta situación es justamente el gobierno de Mauricio Macri que, en medio de la discusión del proyecto en Diputados, no cesó con su plan de despidos en el Estado. Si así ocurre, el costo político lo pagará el presidente porque además de unificar a las centrales obreras le está permitiendo a los bloques de la oposición confirmar que pueden frenar las decisiones impopulares del gobierno. La última carta que le queda es Sergio Massa.
El macrismo intentará en estos días dividir a los bloques opositores y la apuesta se concentra en la bancada renovadora. Le endulzan los oídos (y el ego) a Massa con modificaciones al texto que por fin llegó del Senado. Le insisten en que hay que incorporar artículos que protejan a las pymes, el primer empleo y que si se consigue, le susurran, podrá capitalizar políticamente este logro. Massa parece haber aceptado el convite. De hecho, el viernes afirmó que la ley del Senado debe modificarse y repitió las correcciones que impulsa el PRO. Ahora habrá que ver cómo reaccionan los sindicatos de donde provienen varios de los diputados massistas que, en general, le temen más al enojo de sus gremios que a una posible ira de Dios.
La carta está en el aire y habrá que ver si para el macrismo surte el efecto deseado que incluye, en caso de una sanción definitiva, diluir el efecto negativo de un veto total con uno parcial que excluiría la suspensión de los despidos y la doble indemnización. Por supuesto, también habrá que ver si el Senado acepta esas modificaciones. Por ahora, el mensaje que llega desde el despacho del senador Miguel Pichetto es que el texto normativo no se toca.
El bloque de diputados del FPV-PJ mantiene su postura de votar el proyecto del Senado y desmiente cualquier negociación paralela. La intención de la bancada que conduce Héctor Recalde es bajar al recinto entre el miércoles y jueves. En el bloque Justicialista, donde participa Diego Bossio, la postura es no obstruir la posibilidad de que se sancione la ley. Pero les gustaría hacerle retoques que, según el salteño Pablo Kosiner, sería incorporar la retroactividad de la suspensión de los despidos y beneficios impositivos para laspymes pero, una vez más, eso depende del visto bueno del Senado que debería volver a debatirla dilatando aun más su sanción e incrementando la desprotección de los trabajadores.