Una investigación realizada por el Comité de Digital, Cultura, Medios de Comunicación y Deportes de la Cámara de los Comunes británica sobre «Desinformación y Fake News» pone al descubierto la trama con que se manejó la firma Cambrdige Analiyica y fundamentalmente su casa matriz, Strategic Communication Laboratories (SCL) para amañar elecciones de varios países del mundo, incluida la Argentina. Específicamente, el fundador de esa consultora, Alexander Nix, convocado en dos ocasiones ante los parlamentarios, terminó por aceptar que intervino en una campaña anti- Kirchner en 2015 para algún sector de la oposición, aunque se amparó en su compromiso de confidencialidad para no decir quién había sido el cliente. Y ante una pregunta concreta, negó que fuera Paul Singer, el dueño del fondo buitre Elliott Management Corporation (EMC).
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Pero el estudio, publicado recién ahora pero iniciado en 2017, va más lejos y muestra una investigación que se centra en las noticias falsas y su influencia en la sociedad, un tema en que el caso argentino es apenas uno más entre tantos. De hecho, el informe, de 89 carillas y realizado tras convocar a más de 25 testigos, comienza por establecer a qué se refieren cuando los diputados británicos de esa comisión -cinco laboristas, cinco conservadores y un miembro del partido Nacional Escocés- hablan de Fake News. Y pone el acento en una mano oculta detrás de muchas de esas operaciones, la de Christian Kalin, el CEO de Henley and Partners, un abogado suizo que se encarga de conseguir ciudadanía y pasaportes a personas adineradas que inviertan en determinados países y por alguna razón no del todo clara necesiten cambiar de bandera y que, según los legisladores, tiene un «pacto faustiano» con Nix, el hombre fuerte de SCL, la firma madre de Cambrdige Analytica y un viejo conocido de Argentina.
Amenazas en las redes
«Existen muchas amenazas potenciales para nuestra democracia y nuestros valores. Una de esas amenazas surge de lo que se ha acuñado como ‘noticias falsas’, creado con fines de lucro u otros beneficios, diseminado a través de programas patrocinados por el estado, o difundidos a través de la distorsión deliberada de hechos, por grupos con un interés particular, incluido el deseo de afectar las elecciones políticas», señala el estudio.
Luego estima que «más invasivo (que esto) es la orientación implacable de puntos de vista que juegan con los miedos y prejuicios de las personas, con el fin de influir en sus planes de votación y su comportamiento». Cierto que el texto puntualiza los supuestos intentos del estado ruso por influir en las elecciones de EEUU y el Reino Unido a través de las redes sociales, pero también apunta a empresas privadas y grupos de campaña que aplicaron esos mismos métodos en el referéndum por el Brexit.
Entre las razones para iniciar una investigación sobre el uso de la información y las nuevas modalidades de difusión a través de las redes sociales, el informe cita las respuestas que a esa misma Comisión brindó Tristan Harris, cofundador y director ejecutivo del Centro de Tecnología Humana (CHT por sus siglas en inglés). Harris fue definido por la revista The Atlantic como «Lo más parecido que tiene Silicon Valley a la conciencia». Con eso baste para dejarlo hablar a él.
«Hay más de 2 mil millones de personas que usan Facebook, que es aproximadamente el número de seguidores convencionales del cristianismo. Hay aproximadamente 1.800 millones de usuarios de YouTube, que es el número de seguidores convencionales del Islam. La gente revisa sus teléfonos unas 150 veces al día en el mundo desarrollado. Esto equivale a una vez cada 6,4 minutos en un día laborable de 16 horas. Este es un cambio profundo en la forma en que accedemos a la información y las noticias, uno que ocurrió sin la apreciación consciente por la mayoría de nosotros».
Lo que dijo Nix
En relación con Kalin, el dossier del Comité de los Comunes destaca que «detrás de gran parte del trabajo de campaña de SCL Elections podría estar la mano oculta de Christian Kalin, presidente de Henley and Partners, que hizo arreglos para que los inversionistas suministraran los fondos para pagar las campañas, y luego organizó a SCL para escribir su manifiesto y supervisa todo el proceso de la campaña. A cambio, nos dijo Nix, Henley y Partners obtendrían los derechos exclusivos de pasaporte para ese país, en virtud de un programa de ciudadanía por inversión»
En este punto, dice que había entre Kalin y Nix un «pacto de Fausto por los derechos exclusivos de pasaporte (en caso de) surgir un gobierno que favorecería al Señor Kalin y a sus clientes».
Es esclarecedor aquí reproducir el interrogatorio de la laborista galesa Jo Stevens a Nix, donde se ve al polémico empresario trastabillar y esquivar el bulto ante las preguntas más comprometidas.
Jo Stevens: Me gustaría preguntarle, Sr. Nix, sobre el trabajo en las elecciones en el extranjero. Usted mencionó en algún momento que podría estar involucrado en ocho, nueve o 10 elecciones en todo el mundo. No tenía que hablar de eso cuando vino y presentó evidencia en febrero, aparte de las campañas de (Donald)Trump y (Ted) Cruz. El período que me interesa es de 2009 a 2011, cuando trabajaba en las elecciones en (las islas caribeñas de) San Cristóbal y Nieves, Dominica, San Vicente y las Granadinas y el referéndum en San Vicente y las Granadinas. ¿Cuál era la naturaleza de su relación comercial con Christian Kalin de Henley and Partners?
Alexander Nix: Estaba familiarizado con Christian Kalin porque tenía trabajo en algunas islas del Caribe. Sé que solía ejecutar un programa de ciudadanía por inversión, sin duda en San Cristóbal y posiblemente en Dominica. No sé sobre los otros países.
Stevens: ¿Puede decirnos qué es el programa de ciudadanía?
Nix: Creo que es igual o similar a un sistema que tenemos en el Reino Unido y en otros países europeos; nuevamente, tendrá que explorarlo usted misma, donde una persona tiene derecho a adquirir la ciudadanía a través de la inversión.
Stevens: ¿Qué pasa con los pasaportes? ¿Puede hacer eso también?
Nix: Nuevamente, no quiero engañar al Comité, pero creo que la ciudadanía incluye un pasaporte. Básicamente, Ud. hace una inversión en el país. No sé cuál es el matiz en términos de cuánto tiempo que debe vivir allí y cosas así.
Stevens: ¿Estaba trabajando con él cuando hacía el trabajo electoral en los países que mencioné?
Nix: Me reuní con el Sr. Kalin en numerosas ocasiones cuando trabajaba en algunos de esos países en los que también participó. Obviamente era un colega de algunos de nuestros clientes cuando ambos estábamos trabajando para el Gobierno.
Stevens: ¿Estaba trabajando con él? ¿Se comprometió a trabajar juntos en alguno de esos países?
Nix: ¿Se refiere a los programas de ciudadanía para la inversión?
Stevens: ¿Como parte del trabajo que estaba haciendo, él estaba involucrado en algún aspecto de ese trabajo?
Nix: Ciertamente estaba interesado en el resultado de las elecciones. Él, como contratista del Gobierno, tenía interés en cómo se desarrollarían las elecciones.
Stevens: Sí, pero ¿trabajó con usted? Dijo que lo conocía. ¿Hicieron algún trabajo juntos? Lo preguntaré nuevamente.
Nix: Es una pregunta difícil porque yo no quiero engañarle. Por supuesto que él no trabajó en todas de las campañas, lo que sería una idea ridícula. Él se metía y salía de las islas. Me encontré con él.
Stevens: ¿Para hacer qué?
Nix: Me pudo haber preguntado sobre la campaña electoral. Tuvimos una relación.
Stevens: Ud. podría encontrarse con él, podría hablar de las campañas electorales. Ud presumiblemente le dijo cómo iban las cosas para sus clientes. Él estaba obteniendo un beneficio ¿Qué estaba obteniendo de eso, cuál era el propósito de la reunión con él?
Nix: Realmente no sé a qué se refiere.
Stevens: No estoy aludiendo a nada, estoy preguntando cuál era el objetivo de las reuniones desde su punto de vista. Obviamente usted es un hombre muy ocupado. Viaja por el mundo.
Nix: Estos son pequeños países. No hay mucha gente que, sin duda extranjeros, entran y salen y tienen una relación continua activa con el Gobierno. Creo que me encontré con mucha gente en ese período que tuvieron relaciones similares con el Gobierno.
Stevens: ¿Financió él alguna elección?
Nix: Es posible que haya hecho contribuciones para las campañas electorales, pero tendría que hablar con él sobre eso.
Stevens: ¿Eran campañas para partidos que eran sus clientes?
Nix: No puedo hablar sobre sus actividades, pero tengo entendido que bien pudo haber financiado algunas de las elecciones o haber contribuido con algunas de las elecciones.
Stevens: ¿Quiénes fueron sus clientes?
Nix: Quiénes fueron nuestros clientes, sí
Stevens: ¿Alguna vez discutió de su financiación en las reuniones que dijo que tenía con él?
Nix: Sí, pero no abiertamente.
Stevens: Lo siento, no entiendo eso. ¿Lo discutió o no?
Nix: Sí, lo hicimos.
Stevens : Usted dijo que era un gran contratista con los gobiernos de esos países. ¿Es ahí donde entran los pasaportes y la ciudadanía?
Nix: No he hablado con el Sr. Kalin desde hace muchos años. En el momento creo que dirigía un programa de ciudadanía económica en San Cristóbal, sin duda en San Cristóbal, y que participamos en la elección en San Cristóbal.
Stevens: ¿Qué tipo de personas comprarían la ciudadanía o comprarían un pasaporte?
Nix: No puedo hablar de eso, sinceramente no puedo.
Stevens: ¿Nunca discutió eso?
Nix: Personas que querían tener una segunda ciudadanía, supongo. Gente que estaba tal vez buscando -y estoy especulando aquí- un régimen fiscal más beneficioso.
Stevens: Bien, gracias.
Lo que viene después es el interrogatorio sobre la relación con Argentina y la campaña antikirchnerista a cargo del titular del Comité, el diputado conservador Damian Collins, del distrito de Folkestone and Hythe, en Kent.
Como cierre, no tiene desperdicio al reflexión final del Comité sobre estas cuestiones.
«Recibimos pruebas perturbadoras, algunas de las cuales hemos publicado, otras no, de las actividades llevadas a cabo por las empresas vinculadas a SCL en varias campañas políticas que datan de alrededor del 2010, incluyendo el uso de piratería informática, desinformación y supresión de votantes y el uso de los servicios de Black Cube, un servicio de inteligencia privado israelí, cuyo trabajo incluía supuestamente el hacking. También hemos oído de los vínculos entre SCL y Christian Kalin, de Henley and Partners y su participación en las campañas electorales, en el que el Sr. Kalin dirigió o posteriormente puso en marcha programas de ciudadanía-por-inversión, que implica la venta de pasaportes de esos países a inversores. Se acusa a SCL del debilitamiento de las democracias en muchos países por la activa manipulación de los hechos y acontecimientos. Eso estuvo pasando junto con el trabajo realizado por el Grupo de SCL en nombre del Gobierno del Reino Unido, el Gobierno de Estados Unidos y otros gobiernos aliados. No tenemos el mandato o la capacidad para investigar estas denuncias nosotros mismos, pero instamos al Gobierno a garantizar que la Agencia Nacional del Crimen investigue a fondo estas acusaciones.»