Con el argumento de una falta de recursos para investigar, la titular de la Oficina Anticorrupción, Laura Alonso, se bajó de la querella contra Raúl Enrique Granillo Ocampo, ex ministro de Justicia de Carlos Menem, enjuiciado desde este martes por enriquecimiento ilícito.
«No nos encontramos en condiciones de afrontar en forma adecuada dos juicios orales simultáneos», se justificó Alonso en una nota dirigida al Tribunal Oral federal 4 y argumentó que el trámite diario de las investigaciones que le han asignado y el impulso del resto de querellas en las que han sido designados como representantes de la OA se lo impiden.
La decisión de Alonso llama la atención por la vehemencia con la que se había manifestado la funcionaria meses atrás sobre esta causa. «En casos de corrupción la Justicia está actuando bastante pésimo. Sólo para ilustrar, están yendo a juicio oral este semestre, Gostanián y Granillo Ocampo, por supuestos delitos cometidos hace más de 20 años, dijo y completó: Los argentinos no podemos permitir que pasen otros 20 años para que funcionarios de la gestión actual, o de la anterior, vayan a juicio oral en el 2035».
A Granillo Ocampo se le imputa un incremento patrimonial injustificado por ingresos percibidos entre 1994 y 1999, años en los que se desempeñó como secretario Legal y Técnico de la Presidencia de la Nación, embajador en los Estados Unidos y ministro de Justicia de la Nación.
Junto a él también están imputados su esposa Nélida Barros Reyes, su contador Oscar Rafael Anzovino y el empresario Luis María de la Cruz Agost Carreña y su esposa Adriana María Gómez.
Según difundió el sitio Fiscales.gob.ar, el enriquecimiento ilícito se habría concretado con la adquisición de tres departamentos ubicados en la calle Libertad al 1600 por casi 600 mil dólares. El dinero provino de la venta del 50% de su paquete accionario en la empresa Rio Manso S.A. a Agost Carreño y Gómez, en una operación en la cual no se menciona la cantidad de títulos accionarios, el valor de las acciones ni la clase de las mismas.