Desde los sectores de la oposición política al gobierno nacional también repudiaron el fallo de la Corte que beneficia con el 2 x 1 a los genocidas como un atropello a la lucha por los Derechos Humanos y como una escandalosa decisión a tono con el impulso del negacionismo y de la idea de reconciliación en la agenda política. “Como en el juego de la oca, Argentina retrocedió 20 años en materia de Derechos Humanos”, tuiteó la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

Con el título de “insólito beneficio a los genocidas”, el bloque de diputados nacionales del Frente para la Victoria FPV-PJ, que encabeza Héctor Recalde, repudió el fallo de la Corte Suprema. ”Significa un enorme retroceso en la lucha contra el terrorismo de Estado y en la imagen que el país había recuperado a nivel internacional en la defensa de los Derechos Humanos”, dijeron en un comunicado. Además, marcaron la cercanía con el 40° aniversario de las Madres de Plaza de Mayo que tuvo la decisión, y la consideraron “un indulto” a los genocidas condenados y “un pésimo y negativo mensaje a la sociedad, en la que los culpables de asesinatos tienen siempre la chance de beneficiarse con la reducción de las penas”.

Para nadie pasó desapercibido que el fallo lleve las firmas de Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti, los dos jueces designados por pedido de Macri y por la jueza Elena Highton de Nolazco, recientemente beneficiada por un fallo que le permitió seguir en su puesto a pesar de superar los 75 años. “¿Estamos ante una nueva mayoría automática, de esas que creíamos superadas cuando Néstor impulsó la renovación de la Corte Suprema?”, se preguntó por Twitter la ex presidenta.

En tanto, el Moviemiento Evita expresó su “más enérgico repudio” a la decisión de la Corte, al igual que el diputado nacional por el Partido Solidario, Juan Carlos Junio, quien destacó que los jueces “claudicaron ante los poderes políticos, culturales y religiosos, que sueñan con retrotraernos a la nebulosa de la desmemoria y la negación de la Verdad y la Justicia”.

Por su parte, desde el Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT) calificaron a la Corte como “una vergüenza”. La vocera fue la referente Miriam Bregman -abogada querellante en el juicio que condenó a Etchecolatz en 2006- quien señaló: “benefician a un grupo de criminales que siguen cometiendo sus delitos, ya que mantienen apropiados a más de 400 jóvenes”.