El inesperado volantazo de la senadora rionegrina del FpV Silvina García Larraburu, quien pasó de pronuciarse a favor del aborto al publicar una foto de la Virgen en Instagram, hizo que las teorías conspirativas tuvieran su momento de auge. Sin embargo, quien fuera “reina de la nieve” de sus pagos, ya había dado signos de este giro.
La hipótesis más popular de origen del cambio del voto fueron las presiones de la Iglesia Católica. Sin embargo, fue más amistad personal y coincidencia ideológica con el obispo de Bariloche, Juan José Chamarro, que violencia explícita. Aunque la senadora también recibió constantes mensajes de los grupos anti derechos en todas sus redes, teléfonos y domicilio particular, práctica que se repitió contra muchos legisladores que se pronunciaron a favor, y que en su mayoría, mantuvieron su posición. La única que anunció su propia defección a partir de las presiones recibidas, ante un eventual retorno a la cámara de origen, fue la diputada de Cambiemos Aída Ayala.
Ya el 12 de junio de este año, a un día de la votación en Diputados, Larraburu había declarado a Bariloche Opina.com: “valoro a las mujeres que más allá de todos los inconvenientes que puedan tener, priorizan la vida por nacer» y afirmaba que no tenía definido su voto.
Dos días después, con la ley apena salida de Diputados, el bloque del Frente para la Victoria anuncia que votará de manera conjunta y unánime a favor de la ley. Sin embargo, para la difusión del mensaje usa una foto vieja, la que retrataba la incorporación de Larraburu, tomada en abril de 2018, tras dejar las filas de su coterráneo Pichetto.
Larraburu no volvió a hablar del tema hasta que tuvo que dar una explicación de su volantazo. “Esta semana se inclinó la balanza a partir de todo lo que fui escuchando y cómo se dio el debate”, dijo a una radio quien no concurrió a ninguna de las reuniones plenarias. Uno de sus ex compañeros de bloque dijo que “es probable que haya seguido las jornadas de expositores por youtube desde la playa donde estuvo de vacaciones”.
A diferencia de la mayoría de los asesores de los senadores y senadoras de todos los partidos, Larraburu tiene como jefa de los suyos a Agustina Tardieu, una católica que milita contra el aborto de manera ardiente desde su twitter. Fue ella quien le acercó los fundamentos sobre “los intereses económicos foráneos que están impulsando el debate y que han puesto muchos recursos para que se dé».
Además de la explicación religiosa para legislar sobre salud pública, también se suma el argumento del acaparamiento del voto rionegrino anti aborto con miras a las elecciones para gobernador para 2019. Es que en Río Negro todos los diputados votaron a favor: Martín Doñate y María Emilia Soria del FpV, Silvia Horne de Peronismo para la Victoria, la radical Lorena Matzen y el macrista Sergio Wisky. Y todos los senadores iban a votar todos en contra: Miguel Ángel Pichetto de Argentina Federal, María Magdalena Odarda del Partido Río Frente Progresista y la propia Larraburu, del FpV. En cambio, al quedar sola en la vereda de enfrente, la reina de la nieve aglutinaría un caudal electoral que le permitiría enfrentarse a Martín Soria, titular del PJ provincial. “Si el presidente del partido abre una interna, vamos a estar compitiendo”, le dijo a Bariloche2000 en mayo.