Miles de personas marcharon en todas las provincias del país en una frecuencia similar con la gran movilización de la Plaza de Mayo en conmemoración por el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, a 41 años del golpe cívico-militar.
En Rosario, una multitud copó el Monumento a la Bandera. Unas 40 mil personas asistieron a la marcha que comenzó apenas antes de las 17 en la plaza San Martín y que finalizó en el Monumento con cantos de repudio hacia los genocidas.
Representantes de las organizaciones convocantes puntualizaron: Hoy, el gobierno del presidente Mauricio Macri vuelve a aplicar el mismo modelo neoliberal impuesto a sangre y fuego por la dictadura, con su plan de endeudamiento y sumisión ante el FMI y las grandes potencias mundiales. Además exigieron sentencia firme para todos los condenados en Argentina por delitos de lesa humanidad y la aceleración de las causas por crímenes del terrorismo de Estado que todavía duermen en los tribunales.
En la ciudad de Mar del Plata, la movilización se realizó bajo el lema a 41 años del Golpe yo no me olvido, A partir de las 19, comenzaron a congregarse frente al monumento de San Martín, donde se había montado el escenario. Ana Pecoraro, integrante del Colectivo Faro de la Memoria, HIJOS y Familiares de Detenidos Desaparecidos Mar del Plata, consideró que la jornada sirvió para «la reflexión de la sociedad en su conjunto sobre la permanente necesidad de la defensa del sistema constitucional y la plena vigencia de los Derechos Humanos».
En Tucumán, las organizaciones de derechos humanos, políticas y sociales marcharon por la capital provincial en una caravana de unas 10 cuadras de largo que convergió en la Plaza Independencia, donde se realizó el acto central. Los manifestantes se concentraron en la ex Jefatura de Policía, uno de los símbolos de la dictadura, donde funcionó un centro clandestino de detención, y se dirigió desde allí hasta la plaza.
Durante el acto central se leyó un documento en el que se pedía que se condene al ex jefe del Ejército, César Milani y denunciaron que «se desmantelaron las políticas de Memoria, Verdad y Justicia». La coyuntura actual no estuvo ausente y se destacó la importancia de la educación pública y apoyaron el reclamo docente por las paritarias nacionales.
En Neuquén, las Madres de Plaza de Mayo locales junto a otros organismos encabezaron la marcha, que fue acompañada por el obispo local, monseñor Virginio Bresanelli. Partieron del Monumento al General San Martín y atravesaron las calles de centro de la capital donde marcharon más de 15mil personas.
En Córdoba, la organización de la marcha indicó que la participación fue de más de 100 mil personas. La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo de Córdoba, Sonia Torres a quien le secuestraron a su hija, Silvina, en marzo de 1976, mientras cumplía su sexto mes de embarazo dijo: Yo digo que las utopías existen, antes nos decían que no, y esta evidencia de la marcha te dice que sí. Nosotros creíamos que no íbamos a llegar a ver esto, pero año a año mucha gente se sigue congregando.
En la provincia de Jujuy, bajo la consigna La misma lucha. Los mismos responsables. La misma resistencia, cientos de militantes jujeños marcharon y apuntaron contra el dueño del Ingenio Ledesma, Carlos Blaquier emblema de la participación civil en la dictadura de 1976 como uno de los principales responsables de la desaparición en la provincia de Jujuy.
En Paraná, en tanto, una multitudinaria marcha repudió cualquier intento de aplicar ajustes en cada rincón de la provincia. La columna estuvo integrada por diferentes agrupaciones que se concentraron en la Plaza Sáenz Peña, donde se encuentra el monumento a la memoria, y desde allí se trasladaron hasta la Plaza Alvear, donde se inscribieron los nombres de desaparecidos en Entre Ríos. En el documento de la Multisectorial de Derechos Humanos que se leyó en el acto aseguraron que «existió un plan, ideado y ejecutado por civiles, militares y jerarcas de la iglesia católica, que dejó 30.000 personas desaparecidas, 500 separadas de sus padres al nacer, cientos de miles de exiliadas, y otras tantas presas políticas y sobrevivientes de los centros clandestinos de detención y tortura, que aún sufren graves secuelas físicas y psicológicas». Los manifestantes denunciaron también: En nuestra provincia también sufrimos las consecuencias del ajuste, que se expresa en la oferta salarial a los docentes y trabajadores del Estado provincial del 6% y del 18% para todo el año, que se intenta aplicar por decreto.