Los mensajes que Sergio Massa envía por lo bajo sobre su futuro político son disímiles, contradictorios. Van cambiando según el interlocutor que tiene enfrente. Quizás muestren su propia ambivalencia, que no es muy distinta a la del resto de los dirigentes que a pocos meses de una elección no definen si serán candidatos. Parece un rasgo de época, hasta se duda de si el presidente Mauricio Macri irá por su reelección.
En la reunión que tuvo con Margarita Stolbizer el jueves pasado, Massa le aseguró, a su socia electoral de 2017, que no «pensaba» declinar su postulación presidencial. Stolbizer, que participa del grupo que impulsa la candidatura de Roberto Lavagna, le había hecho la pregunta por interés concreto, no por curiosidad. Se sabe que Lavagna aspira a que el tigrense se «baje» para evitar las PASO que en principio habían acordado los fundadores de Alternativa Federal. A los oídos del expresidente Eduardo Duhalde, mentor de la candidatura de su exministro de Economía, llegó la versión contraria a la que recibió Stolbizer. Es decir: que el líder del Frente Renovador sí depondrá su postulación y se quedará dentro del espacio del peronismo no kirchnerista. Y exjefe de Gabinete Alberto Fernández, de nuevo en la mesa chica de Cristina, sostiene en diferentes reuniones que el acuerdo entre la exmandataria y el tigrense está casi cerrado, el «casi» parece un elemento inevitable en esta época.
Quienes conocen de cerca el enojo que Massa tiene con Lavagna, ya que considera que pasó de ser parte de su asesor a pretender quedarse con su proyecto político, sostienen que si el tigrense se baja será para cerrar una alianza con CFK y «nunca» con el exministro. Claro que, como todo en este tiempo, esto puede cambiar en un instante. «