Padres, alumnos y docentes de una escuela de la Villa 31 reclaman que los estudiantes no cursen sus clases de este año lectivo en un galpón, luego de que se dispusiera la demolición del edificio donde funcionan las escuelas Infantil Nº 5, Primaria Nº 25 Bandera Argentina y de Educación Media Nº 6 Padre Carlos Mugica.
La comunidad educativa de las escuelas de educación media 6 Padre Mugica, junto con las escuelas Infantil Nº 5, Primaria Nº 25 Bandera Argentina, de Retiro, vienen reclamando al gobierno de la ciudad la construcción de un polo educativo que mejoren las condiciones edilicias. Una vez que el gobierno porteño finalmente se decidió a implementar el proyecto, comenzó a disgregar a la comunidad educativa, ya que planea enviar a los alumnos de la primaria y el jardín a 20 cuadras y a los estudiantes secundarios, a un galpón. En respuesta, los padres proponen que se den las clases en aulas modulares.
«Nunca nos dieron una reunión, hicimos cortes de calles, banderazos, protestas», cuenta un padre. El funcionario a cargo es el secretario de integración social y urbana, Diego Fernández, quien tiene la tarea de urbanizar la villa 31. «No nos quiso dar reunión, nos dijo que era decisión tomada y que los chicos iban a estar incómodos por un año «, relató.
Desde el 2 de octubre, y en el contexto de falta de vacantes en la Ciudad de Buenos Aires, los padres y docentes de estas escuelas vienen resistiendo la decisión del gobierno porteño de demoler el edificio donde funcionan las Escuelas bajo la promesa de un nuevo Polo Educativo (sobre cuya concreción no hay ninguna certeza). En el interin, el Ministerio de Educación porteño tomó la decisión de trasladar transitoriamente el Jardín y la Escuela Primaria Distrito Escolar 1 a un galpón sito en la calle Ramón Castillo 1720 y Calle 12 (Correo Viejo).
La comunidad educativa solicitó la consideración del primer proyecto de construcción por etapas, donde se contemplaba que la escuela siguiera funcionando en su lugar actual (Letonia y Av. Antártida Argentina – Retiro).
La comunidad educativa de estas escuelas de Retiro fue amedrentada en octubre cuando un día antes de la actividad convocada por los padres de los alumnos para exigir que se suspenda el traslado, efectivos policiales se acercaron al establecimiento para preguntar si había una reunión de padres y si se iba a realizar un abrazo a las escuelas o iban a producirse disturbios. Los docentes notaron que los oficiales tenían información precisa sobre las actividades de la escuela, se sintieron presionados y de inmediato hicieron la denuncia ante la oficina de ATAJO del barrio y la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE)