Fortalecer y ampliar los organismos de control, generar los mecanismos para evitar un uso discrecional de fondos públicos y asegurar el acceso ciudadano a las cuentas públicas. Con un plan sobre esos tres ejes, el candidato a jefe de Gobierno porteño del Frente de Todos, Matías Lammens, decidió apostar a la agenda de la transparencia institucional para transitar las últimas cuatro semanas de campaña e intentar forzar el escenario de balotaje con Horacio Rodríguez Larreta.
“El PRO gobierna la Ciudad hace doce años y, en los últimos dos, contó con mayoría legislativa. Sin embargo, nunca promovió políticas de transparencia y control”, puntualizó Lammens durante la presentación del proyecto, junto a la titular de la Auditoría General de la Ciudad, Cecilia Segura, en sus oficinas del barrio porteño de Boedo. El esquema contempla la creación de una agencia anticorrupción a cargo de la oposición y una fiscalía especializada en delitos contra el Estado.
Lammens evitó vincular la propuesta con un intento de diferenciarse de la etapa kirchnerista en el impulso de la denominada agenda anti-corrupción que es permeable, se sabe, en el electorado del distrito porteño. “La corrupción no tiene que ver con las identidades políticas sino con las personas”, confrontó.
La iniciativa del candidato opositor también contempla el fortalecimiento de la Auditoría General de la Ciudad a través de su autonomía económica, la institucionalización de los mecanismos de acceso a la información y el fortalecimiento del sistema de control integrado. En ese punto, Segura advirtió que, a pesar de que la oposición encabeza el organismo, la mayoría de sus miembros son oficialistas. Esa situación, juzgó, deriva en trabas para el desarrollo de muchas investigaciones.
Lammens ejemplificó la falta de políticas públicas para garantizar transparencia con una especial observación al sistema de contrataciones directas que tienen habilitadas los distintos Ministerios del gobierno de la Ciudad. Y propuso eliminar el decreto 433/16 de Rodríguez Larreta que amplió los montos autorizados a través de ese mecanismo. “La mayoría de las contrataciones que se realizan en el ámbito de la Ciudad son selecciones a dedo de un proveedor”, apuntó el frente opositor sobre la fórmula discrecional que permite autorizar acuerdos por 150 millones de pesos mensuales.
El Ministerio de Ambiente y Espacio Público porteño aporta un ejemplo paradigmático. Según el informe presentado por Lammens, esa cartera –tiene junto a Desarrollo Urbano el mayor presupuesto de la administración porteña- gastó el 46,8 por ciento de su asignación (quitando los gastos de personal) durante 2018 en contrataciones directas.
Con ese argumento, el Frente de Todos apuesta a sancionar una nueva normativa que “integre las regulaciones de obra pública, bienes y servicios en un solo cuerpo legal”, y propone la generación de un sistema de información presupuestaria que actualice en forma diaria la información vinculada a compras y contrataciones públicas.
Las razones de una agenda
Las PASO del 11 de agosto confirmaron la posición de favorito de Horacio Rodríguez Larreta: el alcalde porteño logró una ventaja de 14,5 puntos sobre Lammens. Sin embargo, la oposición alienta la posibilidad de generar una segunda vuelta electoral empujada por la ola de apoyo a la fórmula presidencial Fernández-Fernández y el piso muy alto que establece la Constitución porteña –el 50 por ciento de los votos- para imponerse en la primera ronda del 27 de octubre.
Con ese objetivo, Lammens se propuso transitar los próximos 25 días con una agenda que hace eje en las propuestas de educación, salud, género, y, ahora, transparencia. En cada temática, el candidato opositor suele utilizar un argumento de corte institucional: el macrismo gobierno la Ciudad desde hace 12 años y administra, además, el presupuesto del distrito más rico del país.
Ese mensaje, apuestan en el frente opositor, puede sumar votos que en las PASO se distribuyeron entre la izquierda y Consenso Federal, además de cierta adhesión “blanda” que en las Primarias se pronunció por la reelección oficialista. El cálculo hace especialmente pie en el impacto de la crisis económico-social en la Ciudad. “Rodríguez Larreta hizo cosas bien, pero su política municipalista profundizó el efecto de la crisis”, repiten en el comando de la coalición kirchnerista-peronista.
En el Frente de Todos también rechazan la hipótesis de que la Ciudad repita el comportamiento electoral de Mendoza. Este domingo, la Casa Rosada se entusiasmó con el triunfo del radical Rodolfo Suárez quien hizo campaña por la gobernación del quinto distrito electoral del país con un mensaje estrictamente local y sin compartir la escena pública con el presidente Mauricio Macri.
En las usinas de campaña de la alianza opositora evalúan que la simultaneidad de la elección porteña con la nacional favorecerá a Lammens con el efecto arrastre. Y advierten: “El gobierno diluyó la supuesta capitalización de la victoria en Mendoza en cuestión de horas. El día después de los comicios mendocinos, el discurso oficial quedó desarmado con el anuncio de las nuevas cifras récord de pobreza”, señalan en el equipo del presidente de San Lorenzo de Almagro.