Las expresiones en los rostros de los colaboradores de Unión por la Patria minutos después de que finalizara el debate eran de éxtasis total. La performance de Sergio Massa no sólo dejó conforme a sus viejos y nuevos aliados que lo acompañaron, sino que además dio el puntapié ideal para iniciar la última fase en la estrategia electoral de la carrera presidencial: no más miedo, ahora esperanza.
El sentimiento quedó expuesto en el último spot lanzado esta tarde. “Se viene la Argentina que estábamos esperando”, reza el nuevo slogan que intenta sintetizar la representación de “cambio organizado y estable hacia la Argentina que todos queremos, la del futuro, la del fin de la grieta, la que devuelve la tranquilidad», explican desde la vocería oficialista. La idea será mostrar al tigrense como el único capaz de dirigir política y emocionalmente una nación de la escala de crisis contínua que vive el país. “Hay que votar al tipo normal”, dicen desde el comando de campaña tomando la frase que surgió entre los militantes digitales del espacio.
Planeada o no, la campaña de desestabilización rindió frutos. Este lunes, un trasnochado Javier Milei reconoció su mal desempeño en el debate aludiendo que dentro del grupo de invitados de Sergio Massa se encontraban “tosedores” que buscaban desconcentrarlo y hacerlo perder su eje. De inmediato, desde UxP salieron a desmarcarse. El ministro de Turismo, Matías Lammens; el secretario de Industria y Desarrollo productivo, Ignacio de Mendiguren y el repatriado diputado Alejandro Topo Rodríguez negaron una acción premeditada y apuntaron a la inestabilidad del libertario ante el candidato peronista.
El goteo de aliados
En el ocaso de un fin de semana agitado, el tigrense volvió a casa con cada vez más apoyos explícitos. La senadora nacional por Neuquén, Lucila Crexell, alfil de Patricia Bullrich en la provincia, dio a conocer esta tarde su apoyo al tigrense. “La prescindencia no es una opción en política. Por eso apoyo a Sergio Massa. Me sumo a su convocatoria al diálogo. Confío en que tiene las cualidades para encarar la reconstrucción institucional de Argentina. Lo «nuevo» es improvisación e incapacidad política para gobernar”, sostuvo a través de su cuenta de Twitter.
Con este nuevo acercamiento, las bancas de la Cámara de Senadores se reconfiguran por completo. Con el escenario previo al “pase” de Crexell, el todavía oficialismo contaba con un importante bloque de 41 senadores, dejándolos a sólo seis bancas de obtener los dos tercios de la sala. Ahora, Unión por la Patria contará con otra aliada que le permitirá, en caso que Javier Milei se convierta en presidente, hacer de cerco ante las leyes que el ejecutivo envíe al Congreso.
Con una jugada estudiada, este lunes entró a la cancha la jugadora más importante que tiene en sus filas el oficialismo. Estela de Carlotto viajó a Córdoba para reunirse con Juan Schiaretti para dialogar respecto a la digitalización de las actas de nacimiento de la época de la dictadura militar para avanzar en la búsqueda de personas desaparecidas. El encuentro se extendió por más de una hora y media. “Con Schiaretti hablamos de todo y le dejé algunas sugerencias”, dijo la titular de Abuelas de Plaza de Mayo con la picardía de quien conoce de memoria el poder de sus palabras.
Si bien la referente más importante en la lucha por conservar activa la memoria mantuvo una cuidadosa cautela, expuso que con el gobernador mantiene una larga relación con el organismo que preside y concuerda con el reclamo de Verdad y Justicia que mantiene en pie el sector oficialista y es deslegitimado por los dirigentes de La Libertad Avanza. “A buen entendedor, pocas palabras”, cerró sin dar mayores detalles.
Esta es la segunda vez que Estela de Carlotto decide involucrarse directamente en el futuro del país, la primera fue durante la crisis interna que se desató en julio del 2022 cuando destrabó el diálogo entre Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner que no avanzaban en la designación de un nuevo ministro de Economía tras la intempestiva salida del protegido Martín Guzmán en medio de un acto de la vicepresidenta.
A pesar de que este gesto puede ser leído como un potencial apoyo por parte del gobernador, desde Córdoba se apuraron a desmarcarse y se limitaron a decir que el encuentro se dio en el marco de concretar la entrega de la nueva filial de Abuelas que el gobernador se comprometió a otorgar. Este encuentro se dio, además, dos días después de que el PJ de la localidad de San Francisco, ciudad natal del electo Martín Llaryora, anunciara su apoyo a Sergio Massa. “Damos libertad de acción, nosotros continuamos con la neutralidad”, dijo a Tiempo un colaborador del todavía intendente de Córdoba.
En el mientras tanto, y sin dejar que el conteo de aliados robe el protagonismo del candidato, los armadores de la campaña del tigrense se preparan para un sprint final cargado de emotividad. Esta tarde el ministro-candidato visitó el Centro Operativo de Prevención de San Vicente, junto al intendente municipal, Nicolás Mantegazza, donde compartieron un encuentro con las fuerzas de seguridad.
El resto de la semana, el candidato viajará al sur donde espera ser recibido por gobernadores afines y un reciente mandatario electo de una provincia clave para el desarrollo productivo del país. En tanto, a fin de esta semana, antes del inicio de la veda, Massa reeditará el encuentro con estudiantes secundarios que tuvo antes del cierre de campaña de la primera vuelta electoral y, se espera, también repita el esquema de cierre en una fábrica para mostrarse como el “presidente de los trabajadores”.