La Sala II de la Cámara Federal de Casación Penal, integrada por los jueces Angela Ledesma, Guillermo Yacobucci y Carlos Mahiques, benefició entre ayer y hoy con la prisión domiciliaria a los represores Miguel Etchecolatz, Mario Ocampo y Luis Firpo por considerar que sus problemas de salud no pueden ser atendidos en la Unidad Penal de Campo de Mayo, donde se encuentran detenidos.
En el caso de Etchecolatz, de 93 años, quien sumó días atrás su novena condena a perpetua en la causa Garachico y se encuentra internado en una clínica privada, no se hará efectivo por ahora, ya que tiene prisión preventiva en otras causas y está siendo juzgado en dos debates orales: Hogar de Belén y Las Brigadas.
Los camaristas hicieron lugar al pedido de la defensa de Etchecolatz en una causa que investiga el asesinato de Horacio Alejandro Benavides en el centro de La Plata por parte de miembros de la Policía Bonaerense que estaban bajo sus órdenes. La querella de la familia, representada por los abogados Pablo Llonto y Aníbal Hnatiuk, había pedido que se rechazara el beneficio, ya que consideran que sus patologías se encuentran tratadas adecuadamente y que todavía existe riesgo de fuga.
En diciembre de 2017, el Tribunal oral Federal 6 de CABA también le había concedido la prisión domiciliaria y por varias semanas el represor se instaló en una casa en Mar del Plata, lo que generó masivas protestas en esa localidad. Fue finalmente la Sala IV de Casación la que revocó esa decisión y lo devolvió a la cárcel.
Entre ayer y hoy Casación también mandó a la casa a Ocampo y Firpo. Ocampo fue jefe de la Segunda Sección de Ejecución del Destacamento de Inteligencia 201 de Campo de Mayo y estuvo prófugo de la justicia más de seis años, por lo que no integró la primera parte del juicio, denominado Contraofensiva I.
En Contraofensiva II fue condenado a prisión perpetua por el Tribunal Oral Federal 4 de San Martín, que, además, ordenó que cumpliera la pena en una cárcel común previo examen de salud. Ocampo tiene varias enfermedades, hipertensión, EPOC, Parkinson leve, y el Tribunal consideró que podrían ser tratadas en el penal de Campo de Mayo.
Ayer, la Sala II de Casación revocó esa decisión y volvió a beneficiarlo con prisión domiciliaria.
Firpo fue jefe de Contrainteligencia del Batallón 601 y en el juicio Contraofensiva I fue condenado a prisión perpetua. Ya durante el juicio el TOF 4 de San Martín le había revocado la prisión domiciliaria por haberla violado. Ahora, Casación ordenó que vuelva a su casa.
Días atrás, la misma sala le concedió diferentes beneficios a otros condenados por crímenes de lesa humanidad. La semana pasada el ex jefe de Inteligencia de la ESMA, el marino Jorge “Tigre” Acosta, fue beneficiado con un cálculo de la pena que lo dejó al borde de poder pedir la libertad condicional.
También falló a favor del pedido de libertad condicional del ex jefe de Institutos Militares de Campo de Mayo, Santiago Omar Riveros, al revertir un fallo del Tribunal Oral Federal 1 de San Martín. Por ahora esta decisión no se hará efectiva ya que se encuentra detenido por el Tribunal Oral Federal 3 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en la causa por apropiación de niños en el Hospital Militar de Campo de Mayo.