La salida de Valentín Díaz Gilligan por el ocultamiento de una cuenta millonaria en Andorra le puso más presión al ministro de Finanzas, Luis Caputo, quien también ocultó su participación en empresas offshore creadas para administrar cientos de millones de dólares en paraísos fiscales.
«No hay ningún caso que se asimile a otro, todos tienen sus complejidades. En el caso de Caputo tenemos la tranquilidad absoluta de lo que dice y nos cuenta; no tiene nada que ocultar», aseguró este martes el secretario general de Presidencia, Fernando De Andreis en diálogo con radio Mitre, y agregó: «No tiene nada que ocultar; a mi entender, no hay incompatibilidad de su función previa a esta actualidad en la función pública».
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Mientras el gobierno intenta defender la continuidad del ministro, avanza la causa en su contra por omisión maliciosa en las declaraciones juradas de bienes de funcionarios.
La causa está a cargo del fiscal Carlos Rívolo, quien incorporó los documentos publicados en el diario Perfil este fin de semana a partir de documentos oficiales de la Securities and Exchange Commision (SEC), la comisión nacional de valores de los Estados Unidos, que prueban que el funcionario fue, entre agosto de 2009 y julio de 2015, el principal accionista de la sociedad Princess International Group, radicada en las islas Caimán, a través de la cual controlaba Affinis Partners II y Noctua.