«Cuando salgamos a pelear por las reivindicaciones que les están quitando a los trabajadores, esa pelea va a ser muy dura y ese tiempo no está muy lejano». Hugo Moyano está casi retirado del liderazgo de la CGT Azopardo, pero mostró los dientes y envió un mensaje que puede tener varias lecturas: si bien se baja de la conducción, no abandona la vida gremial; la relación con Mauricio Macri está desgastada, y apoya al cacerolazo del 14 de julio convocado por Juan Schmid.
Moyano hizo estas declaraciones el martes, en el encuentro de la Juventud Sindical Nacional, en la sede del Plástico, en Esteban Echeverría. La advertencia al Gobierno, que incluyó duras críticas al tarifazo en los servicios básicos, se da en un marco de retirada de Moyano de la conducción que ejerce desde hace 12 años. Gerónimo Venegas, que busca adhesiones; Schmid, el elegido por el moyanismo, y Héctor Daer, del massismo, son los postulantes a la sucesión. Schmid convocó a un cacerolazo para el 14 de julio, para protestar contra los tarifazos, y Moyano le brindó un fuerte apoyo con esas palabras. Además, con una postura tan combativa, el presidente de Independiente demuestra que su liderazgo gremial en Camioneros está lejos de ser testimonial.
El camionero también pelea con representantes del Gobierno en la AFA, donde comenzó a quebrarse la relación entre el sindicalista y el presidente Macri.
Schmid, titular de la Confederación Argentina de Trabajadores de Transporte (CATT), se reunirá el miércoles con más de 20 gremios para definir «los alcances de las protestas sindicales que se implementarán ante el malestar reinante». Luego, darán una conferencia de prensa en la que explicará el plan de lucha contra el ajuste y el tarifazo.