El Anti-G20 estuvo a cargo de Confluencia Fuera G20-FMI, una articulación abierta de organizaciones sociales, políticas, sindicales, campesinas, de mujeres, territoriales y periodísticas, locales e internacionales, que tiene como objetivo «desenmascarar que las propuestas del G20 no son a favor de nuestras vidas sino todo lo contrario». Para lograrlo, presentó la Semana de Acción contra el G20 y el FMI, que se desarrolló entre el 25 de noviembre y el 1 de diciembre, en distintos puntos de la Argentina; sobre todo, de la Ciudad de Buenos Aires.
La Semana de Acción incluyó movilizaciones, expresiones artísticas, foros y conversatorios. Tuvo como clímax la Cumbre de los Pueblos, del último jueves y viernes. El evento inició el 28 con conversatorios en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA. Siguió el 29 con carpas de charlas, talleres y actividades en la Plaza Congreso. Esa jornada concluyó con un festival musical a cargo de Sudor Marika, Arbolito, Kumbia Queers y el rapero Daniel Devita, quienes cantaron frente a un gigantesco bebé con la figura de Donald Trump que ya recorrió muchos países.
El viernes 30, Confluencia Fuera G20-FMI estuvo a cargo de la movilización que encabezaron partidos políticos de izquierda, sindicatos y organizaciones sociales. La misma se realizó en el marco de un fuerte operativo policial coordinado entre Policía Federal, Prefectura y Gendarmería. Nora Cortiñas estuvo a cargo de la lectura del documento final.
Ximena Gómez, de la organización Democracia Socialista y miembro de Confluencia, explicó a Tiempo: «La idea de la Cumbre de los Pueblos es visibilizar que quienes se reúnen en el G20 colocan en el centro los intereses de los mercados. Nosotros proponemos un debate para pensar alternativas que coloquen en el centro los intereses de los pueblos, de nuestras vidas y de la defensa de nuestros territorios».
Gómez advirtió que «desde los días previos se vio un nivel muy alto de estigmatización y persecución a las organizaciones que estamos llevando a cabo esta cumbre. Nosotros intentamos generar alternativas, construcción del poder popular y, después de mucho diálogo, obtuvimos una habilitación para colocar las carpas y para poder movilizar».
Para Gómez, los miembros del G20 «llevan adelante y son garantes de flujos financieros ilícitos, que sostiene todo el poder corporativo».
Por eso el objetivo de Confluencia es «desenmascarar que las propuestas del G20 no son a favor de nuestras vidas, sino todo lo contrario». En ese sentido, Gómez apuntó: «La presencia de organismos multilaterales, como la OMC el año pasado, muestra que desde la asunción de Macri se solidificó un modelo político que sólo viene a explotar nuestras vidas, a sostener políticas públicas con los cuerpos de las mujeres, a profundizar la precarización laboral».
Agustín Buzio, del Movimiento Emancipador, agregó: «El FMI es parte del G20. El G20 se encarga de garantizar la implementación de la agenda del FMI. No es casual que durante este año se haya firmado un nuevo acuerdo con el Fondo. Tampoco es casual todo este despliegue represivo que se justifica detrás del ajuste».
En la conferencia de prensa previa a las actividades que se realizaron este fin de semana, Beverly Keen, de Diálogo 2000, expresó que, como cada año, desde hace 20 de existencia del G20, habrá expresiones de resistencia desde los pueblos y, este año, «se manifestará en las calles para mostrar la defensa de la soberanía alimentaria, financiera, de los pueblos originarios, contra el extractivismo y por empleo y dignidad para el pueblo». «