Las principales bancadas opositoras buscaban tratar un amplio temario que incluía 78 proyectos, pero la ofensiva no le alcanzó para reunir los dos tercios que necesitaba para abrir la discusión, ya que los proyectos -la eliminación del Impuesto a las Ganancias y limitación en los aumentos de los servicios públicos- no contaban con sus respectivos dictámenes de comisión.
La estrategia de arco opositor fue bloqueada por el oficialista Cambiemos, cuyos diputados bajaron al recinto una vez que la oposición logró el quórum para impedir que esa ofensiva reuniera la mayoría especial mencionada.
Con la estrategia de unirse para tratar un conjunto de proyectos resistidos por el oficialismo, el interbloque Argentina Federal, a cargo de Pablo Kosiner, el Frente Renovador, de la massista Graciela Camaño, y el Frente para la Victoria-PJ, que preside Agustín Rossi, dejaron sus diferencias políticas de lado y lograron quórum con la presencia de 130 diputados -uno más de los 129 necesarios- con los integrantes de esos bloques y el aporte de diputados de otras bancadas de la oposición.
La sesión se llevó adelante mientras en las afueras de Congreso se desarrollaba la movilización convocada por las centrales sindicales en contra del modelo económico impulsado por el gobierno nacional.
Entre los que aportaron sus diputados figuraron el interbloque Red por Argentina (ex massistas y Movimiento Evita-Libres del Sur), el Frente Cívico por Santiago del Estero; 3 de los 4 diputados de San Luis que responden al gobernador Alberto Rodríguez Saá, y la Izquierda.
Además lo hicieron los santafesinos Alejandra Rodenas, Alejandro Ramos (PJ) y Luis Contigiani (Socialista); los catamarqueños peronistas Silvana Ginocchio y Gustavo Saadi, y el mendocino José Luis Ramón.
También contribuyeron a la estrategia opositora la tucumana Teresita Villavicencio, de Evolución Radical, el bloque que encabeza Martín Lousteau, y el salteño Alfredo Olmedo, perteneciente al interbloque Cambiemos, uno de los primeros en llegar al recinto, con su clásica campera amarilla.
En la sesión, Camaño cuestionó al gobierno nacional por «no permitir que el Congreso funcione», y advirtió: «No podemos seguir cobrando estas sumas de dinero mientras no hacemos un carajo». A la vez que preguntó: «¿No tienen vergüenza? Nunca me pasó que me avergüence mi salario, porque venía y trabajaba. No podemos seguir sin trabajar y cobrar lo que cobramos: el país está en crisis». Y cerró: «Damos vergüenza, dan vergüenza».
Por su parte, el kirchnerista Rossi señaló que «la gente no aguanta más, y el Congreso debe asumir la responsabilidad», para insistir con que «las tarifas no pueden aumentar más allá de lo que aumenta el salario». Entonces propuso «congelar las tarifas este año y retrotraerlas a los valores de 2018».
El salteño Kosiner se sumó a las críticas al oficialismo y aseguró que «no son nuestros proyectos, son los problemas de los argentinos», al mencionar los referidos a violencia de género, tarifas y la situación de los jubilados, a la vez que pidió «dejar de lado los egos de los diputados para pasar a debatir los problemas de los argentinos».
Finalmente, el presidente de la Cámara baja, el oficialista Emilio Monzó sometió a votación la moción opositora para habilitar en primer término las iniciativas para eximir de Ganancias a los jubilados. Pero la propuesta no alcanzó los dos tercios y terminó con 131 votos a favor y 90 en contra (con 72 negativos ya bloqueaba la estrategia), tras lo cual la sesión continuó con los discursos en minoría de los diputados opositores de los diferentes temas.
La oposición tampoco logró habilitar el debate de los proyectos que proponían frenar los aumentos de tarifas en los servicios públicos, ya que la votación terminó 120 a favor y 95 en contra, y tampoco reunió los dos tercios para su tratamiento sobre tablas.