La mesa paritaria entre los gremios docentes bonaerenses y la gobernación provincial volvió a reunirse tras más de tres meses, pero ese diálogo resultó infructuoso pues la diferencia entre ambas partes se mantiene muy distante. Mientras los trabajadores realizaron un pedido de aumento salarial de 30% con cláusula gatillo, desde el estado provincial se contrapropuso una oferta una oferta del 16,7% para julio y una nueva convocatoria en agosto.
De esta forma, la posibilidad de que no comiencen las clases tras las vacaciones de invierno es muy concreta. Los representantes gremiales, inmediatamente después de la reunión, comunicaron el «rechazo categórico» ante la propuesta oficial al tiempo que solicitaron una «convocatoria urgente» para esta misma semana, para continuar las tratativas.
Los docentes exhortaron a seguir el diálogo entre jueves y viernes, pero desde la gobierno de María Eugenia Vidal ya les habrían comunicado que no habrá una nueva convocatoria para esta semana. Una fuente de los trabajadores, entonces, insistió con una frase que habían planteado antes de la reunión: «La respuesta al inicio del clases la tiene Vidal».
Es que las diferencias entre el ofrecimiento de esta reunión (15% en julio más 1,7% en concepto de material didáctico) respecto de la último ronda de diálogo, el 20 de abril pasado, no son relevantes, aunque están presentados de diferente manera. Aquélla vez, la mejora ofrecida se trataba de 10% de aumento para la primera mitad del año, más 3.000 pesos por presentismo.