El presidente Mauricio Macri abrió el período de sesiones ordinarias en el Congreso con un discurso de balance del primer año de su gestión y promesas de cara de los próximos años de gobierno.

“A pesar de los miedos que quisieron imponer, mantuvimos, ampliamos y fortalecimos derechos sociales en jubilaciones, asignaciones y tarifas sociales», sostuvo Macri en los primeros minutos de su discurso.

“Estoy acá por segunda vez abriendo un periodo legislativo, espero que este año la relación del Poder Ejecutivo con el Congreso podamos repetir mucho de lo que vivimos el año anterior, un trabajo responsable y colaborativo. Juntos pudimos ir más allá de nuestras legítimas diferencias. Agradeciendo la buena voluntad de esta cámara, convocándolas a seguir avanzando”, manifestó y agregó: “Agradezco a todos los argentinos, por advertir que para avanzar con los cambios hace falta tiempo. Siempre supimos que los cambios iban a ser difíciles. Son muchos los que ponen palos en la rueda peor eso no nos tiene que desanimar. Los argentinos tuvimos que poner en hombro pero estamos logrando cambios. Juntos estamos sentando las bases en las que un país crece: rutas, puentes, cloacas, energía, para cambiar las cosas en serio”.

Uno de los puntos más álgidos fue cuando se refirió a la corrupción. “Hoy la obra pública dejó de ser un sinónimo de corrupción”, sentenció el presidente en medio de gritos y abucheos de la oposición que le recordaba a su primo Ángelo Calcaterra, y las causas que lo involucraron recientemente en el Correo Gate y las rutas aéreas.

En ese sentido, anunció que impulsará dos decretos para gestión de conflictos de intereses. “Quiero que todo se transparente y abierto y que nadie dude de las decisiones que toma este presidente. Ética y transparencia no es solo una obligación del sector público, sino también el sector privado”, agregó.