«Si Alberto Fernández tuviera un avance en serio con el FMI, eso se sabría. Además el Fondo tiene mucha gente y las cosas se saben. Lo que llega todo el tiempo es que no hay más que lo que mostró (Martín) Guzmán el otro día», dijo este sábado la titular del PRO, Patricia Bullrich para capitalizar las incógnitas que dejó la exposición que ofreció el presidente y su ministro de Economía ante los gobernadores del peronismo.

A esa mesa estaban invitados los cuatro mandatarios de Juntos por el Cambio. No asistieron y fueron parte de un tironeo entre el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta y su par jujeño, Gerardo Morales, que ejerce la presidencia de la UCR desde hace un mes y comenzó a diferenciarse del macrismo, en medio de la disputa de liderazgos que atraviesa a Juntos por el Cambio luego de las elecciones del 14 de noviembre.

El mandatario norteño contradijo uno de los principales argumentos defensivos del PRO. “Esta deuda la contrajimos nosotros. Lo menos que tenemos que hacer es ir y escuchar”, dijo el cacique radical para tomar distancia de la mimetización del alcalde porteño con la línea más dura que encarnan Bullrich y el expresidente Mauricio Macri. Los tres planteaban no ir. Las palabras de la exministra de Seguridad ventilaron lo que piensan: que el Gobierno no tiene ningún avance y que hay chances de afrontar el atraso de pago en los próximos vencimientos. Morales también cree que hay tiempo hasta marzo, pero puso en marcha una decisión partidaria de ordenar la relación de la alianza opositora con el Gobierno.

Los acercamientos del jujeño con Fernández transitaron un nuevo desafío el jueves, cuando se reunió la Mesa Nacional de JxC y confirmó que asistiría a una encuentro con Guzmán. Sus integrantes reclamaron conocer la carta de intención con el FMI y más datos sobre la negociación. También reclamaron que fuera en el Congreso. Las exigencias fueron leídas como un condicionamiemto inaceptable en el oficialismo y los diputados y diputadas del Frente de Todos castigaron el pronunciamiento. Desde entonces tambalean las chances de concretar una reunión entre los jefes parlamentarios y los gobernadores de JxC con Guzmán, pero ninguna de las fuentes consultadas desestiman la posibilidad de una cumbre el 17 de enero con la presencia de Fernández, y los jefes parlamentarios de ambas fuerzas políticas en un lugar que todavía no está definido.

Si es por las agendas de los protagonistas de la controversia, la mayoría está en la costa y recién regresarían a Buenos Aires después de la semana próxima, cuando pase la ola de calor que anticiparon los pronósticos. Varios de ellos están en Cariló o Pinamar, como el titular de la Cámara baja, Sergio Massa, que está junto a su familia, pero aislado por contacto estrecho. Su esposa, Malena Galmarini, dio positivo de covid el jueves.