La oposición logró imponer en la sesión del Senado la media sanción del proyecto que declara la emergencia social. Fueron 45 votos a favor y 13 en contra. Mientras por la vía legislativa el proyecto pasará a Diputados, la conducción de la CGT, junto a los representantes de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), de Barrios de Pie y de la Corriente Clasista y Combativa, anunciaron formalmente que marcharán este viernes 18 al Congreso en dos columnas bajo la consigna «Unidos por la justicia social», con el objetivo principal de impulsar la sanción plena de la emergencia social por un año, y con el reclamo de frenar la pérdida de puestos de trabajo como otro de los planteos centrales.
Además del apoyo clave de la CGT, las organizaciones sociales que en agosto pasado movilizaron desde San Cayetano a Plaza de Mayo también contarán con el acompañamiento de la Corriente Federal de Trabajadores y la Federación Agraria Argentina, y no se descarta que otras centrales obreras del país se sumen en las próximas horas.
Senado despejado
Antes de que se vote, el senador del FpV, Juan Manuel Abal Medina, destacó el proceso de construcción de esta norma que nació de la protesta que realizaron organizaciones sociales. «Esta ley es un paso importante para salir del plan social y encaminarnos al fomento del trabajo de la economía popular», indicó el senador.
Aseguró que el proyecto tiene una base de seriedad fiscal porque supone la reasignación de partidas que existentes y que están previstas en el proyecto de ley de Presupuesto 2017. Por otra parte, reconoció que para completar el financiamiento que reclama esta iniciativa es preciso que en Diputados se aprueben normas que apliquen un gravamen sobre el juego y que empresas extranjeras que remiten ganancias a sus casas centrales, entre otras iniciativas.
En tanto, el oficialismo rechazó de plano el proyecto. El senador radical por Formosa, Luis Naidenoff, sostuvo que la iniciativa busca «generar expectativas de crear un millón de puestos de trabajo a través de declarar la emergencia social, pero si realmente se quiere contener a estos sectores sociales se necesita una respuesta madura desde la política». Algunos senadores lo observaron un tanto desconcertados por lo complicado de la frase. Tal vez por ello, el formoseño agregó: «Más allá de compartir la idea fuerza, esto no pasa de un catálogo de buenas intenciones». Como sabía que los números no lo favorecían, intentó convencerlos de desistir con esta norma al enrostrarle una supuesta intención de la oposición: «Se aprueba un proyecto que saben que será vetado», afirmó, a modo de anticipo de cuál será la actitud del Poder Ejecutivo una vez que se sancione la ley.
Mientras tanto, previo a la llegada del proyecto a la Cámara Baja, la diputada nacional de Peronismo para la Victoria Lucila de Ponti, del Movimiento Evita, expresó: «Necesitamos que los diputados y diputadas que se comprometieron con las organizaciones sociales, trabajen y den el quórum necesario para que esta ley se apruebe durante este año. La situación de los trabajadores de la economía popular no puede esperar los tiempos de la política». Su par de bancada Leonardo Grosso, coincidió: «Es la hora de probar si este Congreso es capaz de responder al reclamo que el pueblo viene expresando desde el 7 de agosto. Este viernes, los movimientos populares vamos a hacer nuestra parte, inundando las calles por el emergencia social.»