El juez federal Julián Ercolini y el fiscal Eduardo Taiano serán los encargados de llevar adelante la denuncia penal que presentaron los trabajadores del diario Tiempo Argentino ante la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (PROCELAC) para que se investigue a los empresarios Sergio Szpolski, Matías Garfunkel y sus socios ocultos por el vaciamiento del diario y del Grupo 23.
El texto amplía la información revelada por Tiempo el 6 de noviembre y fue presentada esta semana para que el Ministerio Público Fiscal iniciara una investigación preliminar. Luego de recibirla, los funcionarios del MPF consideraron que la denuncia era sólida y ayer la radicaron en la Cámara Federal porteña, cuyo destino fue sorteado y recayò en el juzgado federal 10 y en la fiscalía 3. La causa lleva el número 16597/2016 y esta caratulada «por averiguación de delito.
El texto fue rubricado por representantes de la Cooperativa Por Más Tiempo, editora del diario desde la fuga fraudulenta de sus dueños, y formuló una denuncia penal en los términos del art. 171 del C.P.P. a los efectos que se investigue la posible comisión de delitos de acción pública realizados por diversas personas físicas tales como Sergio Szpolski, Matías Garfunkel y todos aquellos que surjan de la presente investigación que hayan participado en el vaciamiento deliberado de Balkbrug Sociedad Anónima, en la retención indebida de aportes de la Seguridad Social, las posibles evasiones impositivas, los innumerables cheques rechazados que pesan sobre Balkbrug S.A. y todo lo inherente con la pauta oficial, sus montos, origen y destinos». Además, el pedido de investigación incluye que se investigue «los diversos puntos señados en todas las empresas que componen el Grupo 23 como así también todo otro hecho típico que se desprenda de la investigación».
El escrito
La base de la denuncia es la investigación realizada por los trabajadores del matutino, publicada hace 15 días, donde fue revelada la extensa red de socios ocultos que rodearon a Szpolski y Garfunkel. Del trabajo periodístico realizado, surge que Sergio Szpolski y Matías Garfunkel, los dos principales propietarios de la empresa Balkbrug S.A., editora del diario (hasta la fuga de sus accionistas) y del holding de empresas que integraron el Grupo 23 (dedicada a la operación de medios de comunicación radiales, impresos y por internet) habrían funcionado como un aceitado mecanismo de lavado de fondos públicos a partir de la pauta publicitaria que le facturaban al Estado y cuya recaudación era derivada al desarrollo de otros negocios en los que aparecen repetidamente sociedades comerciales, una firma radicada en Panamá y una serie de figuras clave vinculadas al espionaje vernáculo: Juan José Gallea, actual director de Finanzas de la Agencia Federal de Inteligencia, el abogado Darío Richarte, miembro de la ex Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) durante la presidencia de Fernando De la Rúa, el funcionario Javier Fernández, miembro de la Auditoría General de la Nación, reconocido en tribunales como operador judicial de la SIDE; y el espía Horacio Antonio Stiuso, que cumplió funciones en el organismo de inteligencia desde 1972 hasta 2014″, sostiene la denuncia que recibió PROCELAC y ahora está en manos de la Justicia.
El texto detalla también que «Szpolski, y un año después también Garfunkel, actuaron como los dos ‘fronting’ del conglomerado de empresas que, en su mayoría, estaban registradas en el fisco como ‘Pymes’ para pagar la mitad del IVA. De hecho, el nombre de ‘Grupo 23’ fue una marca de fantasía de un grupo de empresas que Szpolski llamaba ‘alianza’, ya que no contaba con una firma controlante y esas empresas que integraron el conglomerado facturaron varios millones de pesos al Estado, pero luego libraron decenas de cheques sin fondos.
La mención del funcionario Gallea tiene un papel clave en los vínculos de Szpolski que se denuncian en este escrito: Gallea fue gerente general del Grupo 23 desde su fundación y volvió en diciembre de 2015 al cargo de director de Finanzas de la AFI, un puesto que ya había ocupado en la SIDE en 2000, bajo la presidencia de De la Rúa y la conducción de la SIDE en manos del banquero Fernando De Santibañes y el abogado Richarte, que se desempeñaron hasta 2001 como titular y como segundo jefe de la SIDE respectivamente. Cabe destacar que ambos funcionarios fueron dos piezas centrales en el escándalo de las coimas del Senado que, luego de una década de maniobras judiciales, no prosperó en tribunales, agrega la denuncia.
Sobre el rol de Richarte, explica que además de ser socio del abogado Diego Pirotta, «también forma parte del entramado de socios ocultos que operaban detrás de Szpolski como cara visible de un esquema de sociedades fantasma que eran encabezadas en los papeles por empleados suyos, como Roberto Oscar Flores, que fungió como titular de la mayoría de las empresas que conducía Szpolski y, desde febrero de 2011, también el millonario Garfunkel, que vive en Miami desde el año pasado, cuando dijo haber roto su relación societaria con «Sergio» y lo denunció penalmente por «amenazas» ante la jueza María Gabriela López Iñíguez.
La demanda profundiza sobre el entramado de sociedades creadas por quien vació Tiempo Argentino. «En el diseño de sociedades fantasma controladas por Szpolski, que podrían estar dedicadas al lavado de dinero, los trabajadores del diario descubrieron en Panamá la existencia de una empresa de turismo llamada Elos Internacional INC, creada por la familia Szpolski, reconocida en el fuero penal económico desde hace 15 años, luego de la quiebra del Banco Patricios. Según el acta societaria registrada el 11 de marzo de 2013 en el Registro Público panameño, sus directores son Elke Szpolski (hermana de Sergio), Iona Szpolski (su sobrina) y Regina Symner, que también figura como titular de otras sociedades del empresario. La agencia de viajes sigue en funcionamiento, es propietaria de la marca «Premium Travel Panamá Diseño», que ofrece en su web institucional la venta de un paquete para ver el partido Panamá – Argentina en la Copa América Centenario de julio pasado.
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