La ansiedad del poroteo deberá esperar. La cuenta apurada de cuántos diputados se lleva Máximo Kirchner todavía no está. Ni lo estará pronto. Es que la movida del diputado expresó diferencias más profundas que, si bien no estaban veladas, a esta altura ya era inevitable que emergieran en toda su dimensión. Hay dos posiciones dentro del oficialismo con respecto a la negociación con el FMI y desde el kirchnerismo reclaman ser escuchados.
“No va a hacer ningún movimiento para que otros acompañen su posición. No hubo presión para expresarse a favor o en contra”, sintetizan cerca de Máximo. También descartan-por ahora-el armado de bloques o subloques. Dejan la estrategia oficial en manos del nuevo jefe de la bancada oficialista, Germán Martínez, que asumió con la difícil tarea de juntar consenso. “No quiso marcar la cancha sino dejar el camino despejado para que el que lleve adelante el proceso de negociación interno y con la oposición sea una persona que esté consustanciada con lo marco del acuerdo con el FMI”, abundaron en el entorno del dipuatdo.
Las posiciones de un lado y del otro quedaron claras. Mientras Leopoldo Moreau pidió que se introduzcan cambios en los documentos que tiene que escribir Martín Guzmán para acordar con el FMI, Martínez fue claro al enfatizar que trabajará para juntar consenso en favor del proyecto de acuerdo que anunció el presidente, Alberto Fernández.
Estas horas son las más intensas para Martínez. Se propuso juntarse con cada una y cada uno de las diputados, no tan solo para el “poroteo”, es decir, para saber de primera mano quién está favor y quién en contra, sino para lograr convencer y despejar dudas.
La ronda de encuentros bilaterales con los legisladores oficialistas empezó con su antecesor en el cargo. Martínez y Kirchner se reunieron este miércoles al mediodía. El santafesino sostuvo: “No vengo a reemplazar a nadie sino a continuar con la tarea iniciada en 2019”. Y cuentan que le manifestó a Kirchner el orgullo de seguir trabajando de manera conjunta en el Frente de Todos. “Vengo a aportar en este momento. Seguiremos trabajando juntos. Nos unen convicciones, un camino recorrido y por recorrer”, concluyó el flamante presidente del bloque.
En tanto, más allá de la disciplina partidaria, tan invocada dentro del peronismo, las diferencias que se expresaron son ideológicas y metodológicas. Los números del ajuste son uno de los cuestionamientos. El otro es la falta de construcción política y discusión pública que tuvo la negociación. En este eje se enmarca la decisión de Cristina Fernández de encabezar un acto con Fernández, Lula Da Silva y José Mujica, sentados a su lado, en donde frente a la multitud en Plaza de Mayo llamó al FMI a ir a buscar la plata en las cuevas fiscales. “No hay nada firmado en cuanto a los procedimental. La opinión del espacio tiene que ser tenida en cuenta y todo eso se negocia”, concluyeron fuentes kirchneristas.