Mañana empieza el panel inaugural del mes de la Memoria en la Facultad de Ciencias Médicas de La Plata. El acto institucional será inédito. Es la primera vez que esa facultad de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) recuerda a sus desaparecidos durante la dictadura cívico-militar. El camino para que las víctimas del Terrorismo de Estado ocupen un lugar en la vida institucional de la casa de estudios comenzó con la salida de Hoja de Roble de la conducción, una agrupación en la que creció y llevó a vicedecano el cirujano Enrique Pérez Albizu, exmédico policial denunciado hace cinco años en el juicio por el centro clandestino de La Cacha. Fue señalado como uno de los médicos policiales que firmaba certificados de muerte truchos para enterrar como NN a detenidos desaparecidos fusilados en falsos enfrentamientos.
–¿Es la primera vez que la institución va a recordar a sus desaparecidos?
–Exactamente. Se hizo antes, siempre desde las agrupaciones estudiantiles, pero no hubo nunca un impulso institucional de reconocimiento. Es un hecho histórico en esta facultad que tenía una política negacionista.
La que habla es Valeria Segura, que desde octubre pasado ocupa la Prosecretaría de Derechos Humanos de esa facultad. Su cargo no existía antes en Ciencias Médicas de la UNLP. Y hasta este Mes de la Memoria, los actos de homenaje y reivindicación de los desaparecidos y asesinados por la dictadura los hacían los estudiantes y los docentes, pero sin respaldo ni reconocimiento institucional. Lo hacían a pesar de Hoja de Roble.
«Lo que representa el 18 de Marzo es la finalización del negacionismo en la Facultad de Medicina y la coronación de la lucha estudiantil y docente por la Memoria, la Verdad, la Justicia y los Derechos Humanos», resumió el secretario académico, Efraín Salvioli.
Es que el cambio es histórico. El proceso comenzó el 11 de abril del año pasado cuando el Consejo Directivo eligió a Juan Ángel Basualdo como decano y a María Alicia Marini como vice y destronó 25 años de gobierno de la derechista agrupación de docentes Hoja de Roble, que se mantuvo en la conducción de esa facultad desde 1992, con una lógica restrictiva y elitista.
El episodio más importante del período negacionista fue en 2014, cuando la Madre de Plaza de Mayo La Plata, Adelina Dematti de Alaye, denunció en el juicio por La Cacha, que realizaba el Tribunal Oral Federal N° 1, los nombres de 21 médicos que firmaban partidas de defunción falsas en la morgue policial para hacer pasar desaparecidos fusilados como NN muertos en supuestos enfrentamientos. Uno de esos médicos era Enrique Pérez Albizu, vicedecano de la facultad.
En marzo de ese año el Consejo Superior de la UNLP lo expulsó. Su presencia violaba el estatuto universitario de la UNLP que prohibe «incorporarse y/o permanecer» a cualquier responsable o cómplice del Terrorismo de Estado. «Pérez Albizu era médico de la policía Bonaerense de Etchecolatz. Estaba a cargo de la morgue policial que se encargaba de tergiversar los certificados de defunción de las personas derivadas de los centros clandestinos o de fusilados en la calle a los que se les negaba la identidad. Se les ponía NN y los enterraban en el cementerio de La Plata», resumió Albizu.
Hace 15 días quedó conformada la comisión para la reparación de legajos de más de 150 estudiantes y graduados desaparecidos. La integran autoridades, agrupaciones estudiantiles y docentes. Pero también la nueva gestión creó una comisión de género.
A contrapelo de la política de Hoja de Roble, los estudiantes habían logrado visibilizar en 1997 sus desaparecidos con un listado en el hall central y colocarle al centro de Estudiantes el nombre de De Matías, el presidente desaparecido en la dictadura. Lo que no pudieron lo van a intentar ahora con respaldo institucional. «Se hicieron presentaciones en el Consejo Directivo para sacar el cuadro del exdecano de la dictadura, García Bustos, que fue rechazado, pero este 20 de Marzo vamos a insistir en el Consejo Directivo para sacarlo y generar un acto de reparación para las víctimas», adelantó el secretario académico de la facultad.
«Es realmente histórico», coincide el estudiante Isidro Lezcano, consejero superior por la agrupación Remediar. «Después de 25 años se logró derrotar a Hoja de Roble. Se respira otro aire. Los estudiantes hemos vivido muchísima violencia. Hoy se vive un clima muy distinto».
Desde la Facultad señalaron que con la institucionalización del Mes de la Memoria se apunta a reflexionar sobre las «implicancias directas» que el Terrorismo de Estado tuvo sobre la Facultad de Ciencias Médicas. «Procuraremos incorporar y promover una perspectiva de Derechos Humanos en la formación en salud, como así también en la práctica de la profesión», explican.
El primer paso será mañana a las 10 cuando se inauguren las actividades con el panel «La Facultad de Ciencias Médicas por la Memoria, Verdad y Justicia». «