La actividad económica sufrió una desaceleración tras caer del 5% que había marcado en febrero a un 1,4 por ciento en marzo, informó el INDEC en su Estimador Mensual (EMAE).
Dentro de los rubros afectados quedaron la construcción, en la que el gobierno deposita buena parte de sus expectativas de recuperación, y la industria, de rumbo heterogéneo y en buena medida afectada por la caída del mercado y por el avance de las importaciones.
Según el EMAE, la construcción terminó el tercer mes del año en positivo pero con un alza del 5,9%, casi siete puntos por debajo de lo que había crecido en febrero (12,7%). En sintonía, la industria manufacturera, que había cerrado febrero con una suba del 5,9%, volvió a crecer en marzo, pero al magro ritmo del 0,8 por ciento.
El último dato oficial es de marzo, pero un informe de industria de la consultora privada Orlando Ferreres & Asociados (OJF) adelantó este martes que en abril la industria cayó 2% interanual en la medición desestacionalizada.
Con el 1,4% de marzo, el EMAE acumuló un año de datos positivos. En el arranque del año el indicador acopló un repunte del 4,2% en enero con otro del 5% en febrero. Pero la expectativa estaba puesta en lo que pasaría a partir de marzo, cuando la actividad se iba a empezar a comparar con meses buenos de 2017.
A priori, se esperaba que el crecimiento fuera menor y el vaticinio se cumplió con un derrumbe de más de tres puntos entre febrero y marzo.
La tendencia enciende la alerta pero 11 rubros de los 16 que considera el INDEC terminaron marzo en terreno positivo: Impuestos; comercio mayorista, minorista y reparaciones; actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler; construcción; intermediación financiera; hoteles y restaurantes; enseñanza y servicios de salud. Tres de esos rubros crecieron por debajo del promedio general.
Otros 5 rubros arrojaron resultados negativos: la pesca (-0,8%); electricidad, gas y agua (-0,9%); administración pública (-0,4%); otras actividades de servicios (-1,4%); y agricultura se desplomó un -5,5%.