La gobernadora María Eugenia Vidal redoblará el ritmo de la campaña esta semana con batería de inauguraciones de obras antes de la veda electoral para actos de gestión que, en la Provincia, comenzará el próximo sábado. Apuesta al interior y guiño salarial a los estatales.
En la segunda semana de campaña, la mandataria sumará a sus actividades a más figuras de Cambiemos para reforzar su llegada en distritos complicados y segmentos de votantes esquivos. La primera fue la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, quien se sumó el jueves a la visita del hospital materno neonatal de Pilar para apuntalar al intendente Nicolás Ducoté, en un distrito complicado en una sección clave –la primera– con pronóstico reservado para el oficialismo.
Mañana compartirá actividad en la Universidad Nacional de Lomas de Zamora con el candidato a senador nacional por la Ciudad Autónoma, Martín Lousteau. La movida tiene el objetivo de buscar votos en sectores a los que les es difícil llegar por sí sola, en este caso a los jóvenes universitarios. También se sumará esta semana las recorridas en territorio bonaerense el candidato a vicepresidente Miguel Ángel Pichetto.
En La Plata repiten que para ganar, «Vidal necesita sacar más votos de los que sacó Esteban Bullrich en 2017», cuando fue electo senador nacional por la provincia. Esto es así por el alto piso de votos que tiene hoy el Frente de Todos. En ese momento, el exministro de Educación nacional sacó 41,3% de votos, más aún que Vidal cuando fue electa en 2015, con el 39,4% de los sufragios.
La apuesta del equipo de La Plata es subir la intención de voto en el interior bonaerense, donde Juntos por el Cambio hizo una buena elección, tanto en 2015 como en 2017, que le permitió descontar los votos que el peronismo obtuvo en la poderosa tercera sección del Conurbano. El objetivo está puesto en las grandes ciudades como Mar del Plata, La Plata y Bahía Blanca, entre otras, que son las más importantes en número de electores. En este marco, tanto esa ciudad del sur bonaerense como La Feliz están en la agenda de actividades de Vidal y el presidente Mauricio Macri de esta semana.
En paralelo a la actividad proselitista, Vidal también jugó esta semana una carta importante en materia de gestión y de campaña: decidió actualizar los salarios de los estatales bonaerenses para que no pierdan contra la inflación y les otorgó una suba del 12,5% que cobrarán días antes de las PASO. La revisión, que estaba prevista en el acuerdo paritario firmado el año pasado, debía concretarse en septiembre, pero la mandataria adelantó los tiempos, tal como le venían pidiendo los gremios más cercanos al oficialismo, UPCN y FEGEPPBA. De esta manera, la suba para los trabajadores de la Ley 10.430 en lo que va del año llega al 24,5 por ciento.
Además, después de meses en conflicto, paro en hospitales y hasta una carpa sanitaria frente al Congreso Nacional, la gobernadora acercó posiciones con los médicos de la Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de la Provincia (CICOP) y les propuso una suba del 34% que incluye una recomposición de bonificaciones, cláusula gatillo y hasta una suba en la categoría a partir de la cual se calcula el básico. La propuesta fue aceptada «en disconformidad» ayer por el Congreso de ese gremio.
En tanto, al otro sector en conflicto, el de los trabajadores judiciales, Vidal les otorgó una suba de 13% a cuenta de un futuro acuerdo. La Asociación Judicial Bonaerense (AJB) reclama discutir los 15 puntos de poder adquisitivo perdidos por la inflación en 2018 y cláusula gatillo para 2019. «