Los abogados de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner le plantearon al juez Claudio Bonadio que existen contradicciones entre lo que declararon los empresarios y ex funcionarios arrepentidos en la causa por las fotocopias de los cuadernos y las versiones sobre los mismos hechos que los mismos imputados formularon en otros expedientes.
Los defensores Carlos Beraldi y Ary Llernovoy advirtieron que las contradicciones fueron obtenidas de artículos periodísticos porque el juez Bonadio no les permitió, pese a que las utilizó como elementos de cargo, acceder a las declaraciones de los arrepentidos, especialmente las del ex secretario de Obras Públicas José Francisco López y el ex titular de la Cámara de la Construcción Carlos Wagner. “Nunca hemos podido acceder a tales declaraciones en el expediente, y sólo hemos tomado conocimiento de las mismas a partir de lo que se publica en los medios de comunicación”.
No obstante, detectaron contradicciones en una causa especialmente sensible: “Una importante obra pública realizada por una Unión Transitoria de Empresas (UTE) integrada por ODEBRECHT y ESUCO, cuyo titular es Carlos Wagner”.
Concretamente, una planta potabilizadora de agua encargada por la empresa AySA. Wagner pidió incluso que su declaración como arrepentido en la causa por las fotocopias de los cuadernos no sea tomada en cuenta en el otro expediente.
La ex presidenta también embistió contra la declaración de López: “Con la ‘mágica’ aplicación de la ley del ‘arrepentido’ se ‘consiguió’ una ‘nueva versión’ de esos hechos que contradice toda la prueba acumulada en la causa” por el hallazgo de los nueve millones de dólares en sus ya famosos bolsos.
La ex presidenta pidió, a través de sus abogados, copias de las declaraciones de Wagner y López en los otros expedientes, y que “se reciba declaración testimonial al fiscal federal Federico Delgado, a efectos de que ratifique, rectifique o eventualmente amplíe la información publicada”, en la que desmintió el relato de López en la secuencia previa a su detención.