El domingo pasado Xiomara Castro ganó las elecciones de Honduras. La victoria de la esposa del expresidente Manuel “Mel” Zelaya implica un giro en el país centroamericano luego de 12 años de la restauración conservadora que se produjo cuando Zelaya fue expulsado del poder por un golpe de Estado.
El 9 y 10 de diciembre de este año, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, organiza en su país la “cumbre por la democracia”. El triunfo de Xiomara y el cónclave de Biden sirven de punto de partida para un breve repaso por el golpe que en 2009 derrocó a Zelaya, en el que los organizadores de la cumbre que se realizará en Washington esta semana tuvieron, como siempre, un rol clave.
Zelaya asumió la presidencia de Honduras a principios de 2006. Una vez en el poder sorprendió a todos, empezando por su propio partido, al plantear un giro hacia la izquierda. Tomó decisiones que pueden considerarse reformistas: aumentó los salarios de maestros y médicos, bajó el precio de los combustibles. En un país tan pobre y conservador como Honduras, en el que no más de diez familias controlan los bancos, las empresas principales, los medios de comunicación, el reformismo de Mel era como la revolución cultural de Mao Zedong en China.
Uno de los primeros frentes que se abrió con Estados Unidos fue por la empresa estatal de telecomunicaciones Hondutel. Como en toda batalla política que se precie en esta época, los ataques comenzaron con denuncias de corrupción, quizás alguna con sustento, pero con el objetivo político de impulsar la privatización. Era una meta en la que los intereses estadounidenses y los de las diez familias coincidían.
Sin embargo, el giro más importante a nivel geopolítico se produjo en 2007. Zelaya anunció el ingreso de su país a la Alianza Bolivariana para Pueblos de Nuestra América (ALBA). Era el grupo de naciones impulsado por el entonces presidente de Venezuela Hugo Chávez, que incluía a Bolivia, Cuba, Ecuador, entre otras. La decisión de Zelaya podía tener una cuota de empatía ideológica, a grandes rasgos, pero incluía un costado muy pragmático. El ingreso al ALBA implicaba la incorporación del país centroamericano a Petrocaribe. Y Chávez les vendía petróleo a un precio inferior al del mercado a los países aliados en esa empresa.
Zelaya sostiene hace años que esta decisión fue la que hizo que EE UU se volviera uno de los promotores del golpe en su contra. La posibilidad de comprar el petróleo a un precio más barato, que facilitaba el ingreso a Petrocaribe, era parte de la base de sustentación de las políticas populares.
Los hechos ocurridos el 28 de junio de 2009 –día del golpe– confirman el rol estratégico de Washington.
Zelaya fue sacado de su residencia por un grupo de militares, por la noche y en pijama. Y de inmediato lo trasladaron a la base militar estadounidense de Palmerola, ubicada a 97 kilómetros de Tegucigalpa. La base, cuyo nombre real es José Enrique Soto Cano, funciona desde principios de la década del ’80 del siglo pasado. Desde allí EE UU organizó a los paramilitares, los “contras”, para que pelearan contra la revolución sandinista en Nicaragua. Hoy tiene una fuerza permanente de 400 militares de élite de la Joint Taks Force Bravo.
En 2009, el presidente depuesto estuvo detenido en Soto Cano hasta que un avión lo sacó del país para dejarlo en Costa Rica.
Es cierto –porque todo tiene matices– que, a diferencia del golpe contra Chávez en 2002 o contra en Evo 2019, Estados Unidos no reconoció de inmediato a Roberto Micheletti, que presidía el Congreso y asumió luego del derrocamiento de Mel. Lo que sí hizo fue darle un respaldo contundente, con la presencia de Hlilary Clinton en Tegucigalpa, al gobierno conservador que surgió de las cuestionadas elecciones que se realizaron meses después del golpe y que ganó Porfirio Lobo Sosa.
Desde una mirada latinoamericana, no deja siempre de tener un sabor a cinismo concentrado que los estadounidenses organicen una “cumbre por la democracia”, mientras por lo bajo nunca renuncian a la carta del golpe de Estado para defender lo que consideran sus intereses estratégicos. «