Con el fallo Sapienza, la Corte muestra a las claras el abierto juego político que viene haciendo.
Se pronunció en una cuestión ajena al recurso extaordinario, como es la discusión por competencia, al solo para producir un golpe de efecto.
Y por primera vez, a través de una causa que viene del fuero laboral, se mete indirectamente en la cuestión del traspaso de la justicia federal a la ordinaria de la ciudad.