Ninguno de los cinco jueces de la Corte Suprema presentó aún su voto sobre la situación de Pablo Bertuzzi, Leopoldo Bruglia y Germán Castelli, los magistrados que pugnan por permanecer en los juzgados a los que fueron trasladados por decretos del ex presidente Mauricio Macri.
El del presidente del tribunal, Carlos Rosenkrantz, es un voto casi cantado. Pero es una incógnita en qué están trabajando s otros cuatro. Incluso entre ellos el hermetismo es casi total.
Los tres jueces tienen licencia extraordinaria hasta el 18 de octubre. ¿Esa es la fecha límite para que la Corte resuelva sus situaciones? No lo parece; las licencias se pueden prorrogar y en el cuarto piso de los tribunales de Talcahuano 550 se habla de un plazo para resolver de entre diez y 15 días hábiles. Ese cálculo estira los plazos hasta fines de octubre.
Como explicó Tiempo una semana atrás, los jueces de la Corte no parecen tener urgencias. Técnicamente, están en condiciones de resolver desde el domingo pasado, después del dictamen del procurador interino Eduardo Casal.
Gracias al Zoom y a la firma digital, si mañana mismo hubiera una mayoría, un par de horas más tarde el fallo vería la luz. No hay un acuerdo convocado, pero tampoco es necesario.
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Fuentes del Consejo de la Magistratura (que nada deciden en esta cuestión pero suelen estar informadas de lo que pasa en Tribunales) esbozaron que la Corte podría considerar que el procedimiento de traslado de los tres jueces fue irregular. Pero en las causas en las que están interviniendo son una suerte de jueces naturales. Entonces para no vulnerar ese principio, seguirían actuando en esos expedientes mas no en causas nuevas. Cuando se agoten las causas, cesarán en sus cargos.
Bajo la presidencia de Ricardo Lorenzetti ese sería un fallo posible y probable. ¿Sigue existiendo esa Corte?
¿Podría la Corte resolver, al mismo tiempo, que la designación de Bruglia, Bertuzzi y Castelli fue irregular, y al mismo tiempo, que Horacio Rodríguez Larreta tiene razón en su reclamo por el recorte de la coparticipación a la Ciudad de Buenos Aires que resolvió el gobierno? Una de cal y otra de arena no es mala fórmula para un tribunal que busca recuperar imagen de ecuanimidad e independencia.