Juan Carlos Schmid, integrante del triunvirato que conduce la CGT, fue el único orador en un acto en el cual la central obrera le volvió a reclamar dialogo al Gobierno nacional, cuestionó las políticas económicas y la represión, aunque dejó en claro, por omisión, que no habrá de aquí hasta las elecciones nuevas medidas de fuerza.
Parado detrás del atril ubicado en el costado derecho del escenario del estadio de Obras Sanitarias el triunviro que aseguró que los reclamos que llevaron a la CGT a decretar el paro el 6 de abril siguen vigentes, pero no anunció un plan de lucha y sólo atinó a pedirle al Gobierno que retome el dialogo.
Antes de que comience la conmemoración del día del trabajador organizado por la CGT Facundo Moyano puso en palabras lo que minutos más tarde Schimd dejaría flotando sobre el escenario. La verdad es que no sé si puede plantear un paro. Estamos en un año electoral y la ciudadanía se va a expresar a través del voto, advirtió Moyano.
Por su parte, Schmid a lo largo de su breve discurso apuntó contra las políticas del gobierno en general pero cuestionó puntualmente a la ministra de Seguridad Patricia Bullrich por la decisión de reprimir la protesta social. El conflicto social no se resuelve con palos y gases, sentenció el dirigente y agregó: si se quieren resolver los problemas sociales no se puede hacer con una escalada represiva.
Con Hugo Moyano sentado en primera fila, junto a su hijo Hugo y al legislador Gustavo Vera, y con el Consejo Directivo de la CGT sentado a su espalda, el titular del gremio de Dragado y Balizamiento no dudó en acusar de incapaz al Gobierno para resolver los problemas.
En su breve discurso el triunviro también tuvo tiempo para defender la estrategia llevada a cabo por la CGT desde su unificación. Recordó que cuando fue elegido el triunvirato se le pidió prudencia y madurez y aseguró que ese es el camino que se ha recorrido. En ese marco el dirigente sindical pidió no confundir prudencia con resignación.
El acto que comenzó a las 11 horas tuvo como marco las banderas de los gremios más alineados con los integrantes del Consejo Directivo. Camioneros, municipales, UPCN, UDA, UOCRA , CATT y Aeronavegantes le pusieron color a un discurso gris que preanuncia la baja de la intensidad de la conflictividad gremial en un año electoral. Hoy nadie quiere ir a una medida de fuerza, confesó uno lo de los hombres fuertes de la CGT tras el acto.
El acto que terminó con la marcha peronista contó con un ausente de peso. Carlos Acuña no fue de la partida y nadie supo explicar las razones de la ausencia.
La conmemoración del día del trabajador realizada por la CGT sirvió para exponer la situación de crisis que atraviesa la central obrera. El triunvirato no sólo ha perdido la centralidad de la agenda sino que no encuentra las herramientas para doblegar la lógica del Gobierno que propone negociar sector por sector. En ese marco y en medio del año electoral la CGT se apresta a transformarse, por un tiempo, en un simple espectador de la realidad.