Empujados por el desborde de la última movilización, la CGT se apresura a ponerle fecha a un paro general que se llevará a cabo sin movilización. El triunviro Carlos Acuña manifestó públicamente que su deseo es que se realice el 31 de marzo o el 3 de abril, la Corriente Federal de los Trabajadores que conduce Sergio Palazzo se expresó a favor de que el paro se realice el 30 de marzo y la Fraternidad planteará que se realice el 4 de abril.

La discusión se saldará en el Consejo Directivo que se llevara a cabo el próximo jueves en el edificio de la calle Azopardo. Allí también se expondrán las posturas como la del secretario General de UPCN, Andrés Rodríguez, al que le parece lógico esperar 20 o 25 días para ver si el gobierno rectifica su política económica o Roberto Fernández de UTA que pidió 10 días para evaluar la respuesta del gobierno a la movilización.

La reunión del Consejo Directivo de la CGT servirá también para medir fuerzas internas frente a un triunvirato que quedó expuesto tanto en sus fragilidades a la hora de conducir como en sus negociaciones con el Gobierno.

Si bien desde el moyanismo aseguran que todo transcurrirá con total tranquilidad en la reunión, lo cierto es que el poder dentro de la CGT comienza estar en disputa y que, en cierto, modo, la relación de fuerzas comienza inclinarse a favor de los gremios con poder real para garantizar movilizaciones y huelgas. Por eso Camioneros y los gremios que se nuclean en la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) decisiva a la hora de elegir la fecha.

La fragilidad de la conducción de la CGT quedó expuesta y es por eso mismo, consientes de sus limitaciones para controlar la calle, que el paro se hará sin movilización. Claro que la apuesta es fuerte porque de esta manera la central obrera deja libre la calle para que la dos CTA y la Corriente Federal de los Trabajadores impulsen una movilización. Los interrogantes están planteados, la respuesta no tardará en llegar.