La conducción de la CGT decidió apresurar la convocatoria a elecciones para renovar sus autoridades. Según confirmaron desde la secretaría de Prensa de la entidad, la convocatoria este miércoles a la reunión de Consejo Directivo tendrá el propósito de formalizar la agenda para renovar las autoridades en un Congreso que, a priori, se realizaría en la segunda quincena de octubre.
En septiembre atravesarán el paso formal de convocatoria al Comité Central Confederal compuesto por los secretarios generales de todos los sindicatos afiliados.
De este modo, la Central procederá a la elección de una nueva conducción en el período que va entre las PASO y las elecciones generales pautadas para noviembre de este año.
El temario incluirá también, y formalmente, el análisis de la coyuntura política y social.
La decisión de convocar al Congreso se formalizará a poco más de diez días de expirar la prórroga del decreto que suspendió toda actividad gremial vinculada con la renovación de autoridades desde marzo de 2020. De este modo, según la normativa vigente, será a partir del 1° de septiembre que se retomará el ejercicio normal para la asunción de nuevas autoridades, la realización de Congresos para la elección de Juntas Electorales, las elecciones de comisiones directivas de sindicatos y organizaciones de segundo y tercer grado así como las de delegados y comisiones internas de establecimientos laborales en todo el país.
Quien tomó la delantera a la hora de convocar elecciones para la renovación de autoridades fue la poderosa Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) que, finalmente, fijó la fecha para el 7 de octubre.
Allí se pondrá a prueba la capacidad de generar acuerdos entre varias de las corrientes que luego de disputarán la composición del nuevo Consejo Directivo de la CGT. A la vez, podría ser el escenario en el que exhiban su influencia los sectores opositores a la actual conducción de la CGT enrolados en el Frente Sindical para el Modelo Nacional (FreSiMoNA) que, con la excepción de la UTA y La Fraternidad y con una confluencia coyuntural con Sergio Sasia de la Unnión Ferroviaria, dominan ese espacio.
A su turno podría ser la antesala de la improbable emergencia de dos o más listas en el propio Congreso de la CGT. Todo indica sin embargo que lo que se va a desarrollar será una negociación única y a dos bandas para ampliar su alcance y compensar desbalanceos en uno y otro Consejo Directivo.
La confederación que agrupa a los trabajadores del transporte todavía se encuentra bajo el liderazgo de Juan Carlos Schmid quien fuera uno de los integrantes del triunvirato que viabilizó una conducción unificada de la CGT a fines de agosto de 2016. Schmid representaba, en aquel momento, al sector liderado por Hugo Moyano que, a dos años de ejercicio, retiró la mayoría de los dirigentes que había colocado en la Comisión Directiva.
El mismo Schmid renunció a la actual conducción aunque manteniendo cierta distancia con el sector moyanista al que no acompañó en el armado, junto con la Corriente Federal de Trabajadores y el SMATA de Ricardo Pignanelli, del Frente Sindical para el Modelo Nacional (FreSiMoNa).
Sin embargo, su continuidad al frente de la CATT podría aportar a equilibrar y sintetizar un acuerdo en su interior y, al mismo tiempo, liberar uno de los tres cargos con los que, mediante un triunvirato, se podría garantizar una lista única con Héctor Daer (que ya confirmó su aspiración a continuar en el cargo), el propio Carlos Acuña u otro dirigente por el poderoso aunque silencioso sector de Luis Barrionuevo, y eventualmente, un referente del FreSiMoNa que podría ser el mismo Pablo Moyano.
Ese esquema resultaría de la negativa de gremios como La Fraternidad y la UTA a una hegemonía del sector de Moyano en acuerdo con Sergio Sasia en la CATT.
A esta ingeniería, por otra parte, le falta integrar al sector kirchnerista de la CFT que aspira a ubicar al paradójicamente radical Sergio Palazzo en un cargo de importancia en la CGT y, a la vez, pugna en la CATT por un puesto relevante para el titular del gremio de los pilotos, Pablo Biró que, junto con el Frente de Gremios Aeronáuticos, es refractario al líder del sindicato de aeronavegantes Juan Pablo Brey que orbita en el moyanismo y, a la vez, arrastra una disputa con Sebastián Maturano, hijo el titular de La Fraternidad, por el liderazgo de la Juventud Sindical.
Sin dudas, el elemento aglutinador de las diversas fuerzas y fracciones que integran la CGT resulta de su apoyo al gobierno nacional. El Congreso ubicado estratégicamente entre las PASO y las generales busca darle mayor relevancia a ese alineamiento político y acentuar las presiones para lograr un acuerdo que el oficialismo necesita para cerrar un potencial frente de conflicto cuando el poder adquisitivo del salario sigue retrocediendo.
Con todo, la escasa cosecha de candidaturas para cargos legislativos de los referentes de la CGT, concentrados en el ala kirchernista de la CFT por un lado y, por el otro, en la hija de Héctor Daer (Maia, de militancia política territorial) y en el histórico referente del Sutecba Alejandro Amor, también será materia de análisis en la mesa chica de la CGT e influirá en el diseño de la nueva conducción.
La reciente renuncia de Facundo Moyano como diputado nacional por el oficialismo aporta otro ingrediente de incertidumbre el escenario interno de la Central.