Sus detractores aseguran que este jueves el expresidente Mauricio Macri cruzó un umbral de cinismo con la carta que le envió al difunto CEO de Vicentin, Sergio Nardelli. En el entorno del líder del PRO sostienen lo contrario. Confirman que el texto fue leído por la hija del empresario delante de su féretro y recibió un caluroso aplauso de los presentes, muchos de ellos dirigentes y productores que viajaron hasta la localidad santafesina de Reconquista para despedirlo.
Hasta el próximo lunes Macri estará en la Costa Azul. Ese día vence la cuarentena requerida por Suiza para que pueda ingresar al país con destino a Zurich y asumir la presidencia de la Fundación FIFA. Se había prometido mantenerse alejado de la situación argentina pero la noticia del infarto que mató a Nardelli lo devolvió a la realidad. Dentro del PRO especulan que alguien cercano a la familia le avisó al expresidente y que esa señal originó la carta que habría escrito personalmente. Desde las oficinas que Macri tiene en Olivos negaron que haya tenido un ghost writter, sino que escribió «lo que realmente siente y piensa sobre la situación de Vicentin».
En la carta Macri asume que «no fueron muchas las veces» que se encontró con Nardelli, pero «en esas veces, y viéndote actuar, fui desarrollando afecto y respeto por tu persona”. “Me hubiese gustado haber tenido más tiempo para que eso se transformara en una amistad profunda», escribió, antes de «despedir a un apasionado por el hacer, por emprender, por generar oportunidades para su familia, su pueblo y la linda comunidad de Avellaneda y Reconquista; capaz de conquistar el mundo sin miedo a innovar y a desarrollar nuevas actividades. Tu familia, tu gente te va a extrañar”.
El mensaje fue pensado para la familia, pero también para el electorado más duro de Macri en la pampa húmeda, donde las localidades vecinas de Reconquista y Avellaneda se transformaron en el eje del descontento más ideológico de los productores contra el Gobierno ante el intento de expropiación de Vicentin. Avellaneda es la cuna de la cerealera que ahora va a la quiebra y Reconquista la caja de resonancia de los conflictos que se venían cocinando desde que la empresa cayó en cesación de pagos en noviembre, dos semanas después de la derrota de Macri en la pelea por su reelección.
Desde entonces ambas localidades son parte del río revuelto que Juntos por el Cambio busca capitalizar, especialmente a partir del descontento que transformó a Avellaneda en el primer lugar que comenzó a organizar el «Banderazo» que promovieron organizaciones cercanas a Cambiemos para protestar contra la posible intervención de Vicentin, con una agenda que incluía el rechazo a la extensión de la cuarentena y la defensa de las libertades civiles.
Ante las consultas de Tiempo, en el entorno del expresidente negaron que el mensaje tuviera algún tono electoral o proselitista, sino que buscó acercarle consuelo a la familia. No negaron que el tono reanima su conversación pública con el sector más duro de su electorado agrario, especialmente en el cierre de la carta, donde desliza una crítica política al Gobierno y busca victimizar al fallecido empresario: “Nuestro país necesita de muchos con tu espíritu emprendedor para poder salir adelante. Sé de la tristeza que te embargó frente a tantos obstáculos y especialmente tanta agresión. Desde el dolor que tengo quiero prometerte que los argentinos vamos a superar este momento de confrontación y división y vamos a hacerte sentir orgulloso desde donde nos estés observando», concluyó Macri.
La carta no contó con la adhesión de los principales referentes de Juntos por el Cambio. Cada partido de la alianza se pronunció a su modo, pero las condolencias también despertaron suspicacias entre los socios opositores. ¿Qué llevó al expresidente a mandarle una carta a un empresario que en las últimas semanas le había echado la culpa por la convocatoria de acreedores que afrontó?
Los más desconfiados leen que detrás de la carta nace la construcción de un relato defensivo que posiblemente deba utilizar en la investigación judicial sobre el destino de los créditos que el Banco Nación le entregó a Nardelli. El caso está en manos del juez federal Julián Ercolini y del fiscal Gerardo Pollicita, que ya pidió el procesamiento de distintos funcionarios, entre ellos el extitular del Nación, Javier González Fraga.
Hay una línea de tiempo muy inquietante en la entrega de los créditos, especialmente en noviembre porque los funcionarios del banco entregaron 28 prestamos por 105,5 millones de dólares a una firma que por entonces ya no podía pagarlos. La cantidad de operaciones que vinculan a Cambiemos con las decisiones crediticias podrían golpear las puertas del exmandatario, pero cerca suyo aseguran que es «una operación que se va a caer como un castillo de naipes».
Nardelli se llevó a la tumba una parte de los detalles sobre esas operaciones y son parte de la reconstrucción que se lleva adelante en Comodoro Py. Macri se mantendrá distante del caso judicial y se escudará en las señales de empatía con una familia que podría mirarlo de reojo.