Tras el reclamo público, el gobernador Axel Kicillof recibió hoy a los intendentes del Gran Buenos Aires que vienen sufriendo tomas de tierras en sus distritos. Acordó con ellos conformar una «mesa de gestión» para trabajar en «alertas tempranas», por un lado, y avanzar en políticas de mediano y largo plazo para atender el déficit habitacional.

La ocupación de tierras en distintos distritos creció durante la pandemia y generó chispazos en las últimas horas adentro del oficialismo y con los movimientos sociales. A través de un comunicado, un grupo de catorce intendentes del Frente de Todos le pidieron ayer a Kicillof que ponga «un límite a quienes hacen de las desigualdades un negocio». Le reclamaron así que siente una posición clara sobre el tema.

En lo que va del año se desalojaron 868 tomas y se detuvieron a 524 personas por estos delitos, según informó el Ministerio de Seguridad bonaerense. Entre los distritos más afectados están Presidente Perón, La Matanza, Tres de Febrero, Merlo, José C. Paz, Mar del Plata, Moreno, Quilmes, Avellaneda, Tigre, Cañuelas, Florencio Varela, Almirante Brown, Hurlingham y La Plata, entre otros.

Kicillof recibió a los intendentes hoy al mediodía en la Casa de Gobierno de La Plata y les propuso armar una «mesa de trabajo» que se ocupe de evitar las tomas pero, a su vez, que comience a trabajar en una política pública para resolver el déficit habitacional en el Conurbano y en el interior.

«Las usurpaciones no sólo son ilegales sino que además producen situaciones injustas. Sabemos que la provincia de Buenos Aires tiene un enorme déficit habitacional pero este no se soluciona con intrusiones ilegales», dijo Kicillof, en la misma línea en que ya se había expresado el presidente Alberto Fernández, quien subrayó que la ocupación de tierras «no es algo legalmente permitido» pero que hay un problema habitacional detrás.

El gobernador defendió también el trabajo de su ministro de Seguridad, Sergio Berni, y dijo que esa cartera «viene actuando incansablemente para evitar nuevas tomas. Necesitamos además que la Justicia haga su trabajo con quienes incentivan las ocupaciones y se abusan de las necesidades de la gente». Berni, quien quedó en un lugar incómodo tras la confirmación de la muerte de Facundo Astudillo Castro, acusó ayer de manera directa al Movimiento Evita, y a sus dirigentes Emilio Pérsico y Fernando «Chino» Navarro -ambos funcionarios nacionales- de estar detrás de las tomas.

La mesa que armó Kicillof con los intendentes será conducida por el jefe de Gabinete, Carlos Bianco, y delineó un primer plan de acción: estableció un sistema de «alerta temprana» entre los municipios y los ministerios de Gobierno, Seguridad y Justicia y Derechos Humanos para desactivar futuras tomas. A su vez, se acordó que el Ministerio de Desarrollo de la Comunidad se encargará de la asistencia a las poblaciones que sufren del déficit habitacional.

Durante la reunión, también se anunció que como parte del plan de reactivación «Provincia en marcha», ya está en marcha un programa del Ministerio de Infraestructura para terminar de construir 8 mil viviendas entre 2020 y 2021. Se trata de 5700 casas que habían sido abandonadas por la gestión de María Eugenia Vidal y unas 2300 nuevas que se financiarán con fondos nacionales y provinciales. A su vez, se puntualizó que el Organismo Provincial de Integración Social y Urbana (OPISU) está llevando a cabo el plan de urbanización de barrios populares en 14 distritos de la Provincia.

Participaron del encuentro los intendentes Blanca Cantero (Presidente Perón), Mayra Mendoza (Quilmes), Nicolás Mantegazza (San Vicente), Fabián Cagliardi (Berisso), Juan José Mussi (Berazategui), Jorge Ferraresi (Avellaneda), Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas), Andrés Watson (Florencio Varela), y Juan Andreotti (San Fernando).