Sobre el filo del cierre de listas para la interna de las autoridades del Partido Justicialista, el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, volvió a pedir por la unidad en el PJ en busca de evitar que la expresidenta Cristina Fernández y el gobernador riojano Ricardo Quintela vayan a las urnas el 17 de noviembre. Pero también respondió a las críticas internas, habló de los sectores de Unión por la Patria que «lo critican mucho y acompañan poco» y aclaró que «no tiene que rendir examen por su sentimiento» hacia la exmandataria.

El renovado pedido de unidad llegó en la tarde del sábado, a horas de que venza el plazo para la presentación de listas y en busca de poner paños fríos en la pelea que escaló en los últimos días. «A horas del cierre, vuelvo a expresar mi voluntad: ¡unidad, unidad respetuosa, unidad peronista!», pidió en el comunicado de prensa que firmó a título propio con un escueto «Axel».

En el texto, Kicillof realizó varias aclaraciones y también un descargo sobre las críticas que recibió en los últimos días por no apoyar públicamente a CFK. Reiteró su postura de que la interna es cuanto menos «inoportuna» en el actual contexto económico y social y también recordó que Milei no ganó «por accidente» y que su responsabilidad es defender a los bonaerenses «del ajuste y de los ataques».

Ya sobre la interna, aclaró varios puntos. En primer lugar subrayó que no le interesa disputar la interna del PJ «ni directa ni indirectamente» y subrayó que ya lo había dicho «en público y en privado» luego de que se apartara del cargo de titular del PJ al expresidente Alberto Fernández.

En segundo lugar, explicó que por razones que le son «ajenas» hay una disputa planteada entre dos listas que coinciden en su oposición al gobierno de Javier Milei y también en llamar a la unidad. «Mi deseo y mi posición es que se logre un encuentro, un diálogo, y se evite una innecesaria competencia interna», consideró.

Como tercer punto advirtió que la derecha «empieza a aprovecharse de los debates internos» en el peronismo mientras sigue adelante con el ataque a la universidad pública, la destrucción de los derechos y el fomento del odio, entre otras políticas. Y consideró que por esto el PJ no debería «distraer energía» en una interna y volvió a pedir por la unidad, como ya lo había hecho en el acto multitudinario por el 17 de octubre que encabezó en Berisso.

En una segunda parte del comunicado, Kicillof se encargó de responder a las críticas que Cristina esgrimió durante una reunión con sindicalistas, intendentes y legisladores en la sede del gremio SMATA contra el propio gobernador. Allí, la ex jefa de Estado cargó contra «los Poncio Pilatos y los Judas» del peronismo y le endilgó a Kicillof «juntar avales» para Quintela.

Los cuestionamientos cayeron pésimo en La Plata. Aunque el gobernador se mantuvo primero en silencio, en su entorno mostraron el malestar por considerar que la postura del mandatario había quedado clara en el acto. «La lealtad al pueblo, a la doctrina y al proyecto kirchnerista es indiscutible», dijeron a Tiempo y consideraron que «contarle las costillas al único gobernador kirchnerista es una acción deliberada para dañar a Axel».

Kicillof se refirió también a esas críticas en el comunicado. Aclaró que Quintela «no es» su candidato pero que es un gobernador «con un coraje que no abunda» y viene enfrentando al gobierno nacional. Y advirtió, en un mensaje tácito a La Cámpora, que la lógica del «sometido o traidor» ya no causa buenos resultados. «Es un error pensar que se trata de un dirigente al que yo subo o bajo, pero sobre todo es un gran error atacarlo. La lógica del sometido o traidor es una lógica que entró en crisis y que viene causando malos resultados. Pareciera que no se registra del todo lo que está pasando en el país y en nuestra fuerza política».

Aunque sin hacer nombres, también blanqueó por primera vez que hay sectores del peronismo que no lo están acompañando ni ayudando en su batalla contra el gobierno nacional. «En esa pelea que me toca afrontar, necesito el pleno acompañamiento del peronismo de mi provincia. Últimamente sectores de nuestra fuerza política, con quienes a veces tengo diferencias, pero también un recorrido común, afecto y coincidencias, han decidido criticarme mucho y acompañarme poco», dijo, y aseguró que si bien le cuesta entenderlo no tiene la necesidad de «agredir a nadie» para «expresar el reclamo de un mayor respaldo al gobierno provincial».

En este mismo punto, el gobernador sostuvo que está muy conforme con el trabajo que realiza todo su gabinete, lo que incluye a los cuatro ministros que forman parte de La Cámpora, la agrupación que lidera Máximo Kirchner, y que viene cuestionándolo.

Ya en el final habló de la expresidenta y los reproches por no apoyarla públicamente para que sea quien lidere el partido. «Cristina está en el corazón del pueblo, también en el mío, y no tengo que rendir examen de ese sentimiento», disparó.

«Por favor, encontremos la unidad y dejemos de reproducir metodologías y conductas que nos trajeron hasta acá. Que nadie espere de mí que libre una guerra interna, la historia no nos lo perdonaría y el futuro tampoco», señaló.  «