Ya en modo octubre, Axel Kicillof trabaja en la ingeniería electoral para ampliar el piso del 36% que le permitió ganar en la Provincia y empujar, a su vez, a Sergio Massa a llegar al balotaje. La campaña se focalizará en distritos del Conurbano donde hubo resultados adversos o ajustados, y también del interior donde Unión por la Patria no ganó pero obtuvo un piso competitivo. El eje seguirá estando puesto en la defensa de la gestión como «el capital» del gobernador y habrá contraste de modelos con Juntos y La Libertad Avanza en busca de conseguir votos de todos lados .

Kicillof se convirtió hace una semana en el ganador del oficialismo y en la esperanza para levantar el resultado nacional. Buenos Aires fue uno de los ocho distritos que La Libertad Avanza no pudo pintar de violeta en el país. Kicillof obtuvo casi 2,9 millones de votos y se quedó con el 36%, seguido por los dos rivales de Juntos, Diego Santilli y Néstor Grindetti, que sacaron 2,6 millones de sufragios, es decir el 32 por ciento. Los libertarios, con la candidata Carolina Piparo, quedaron en tercer lugar con el 23% de los sufragios. La diferencia entre Juntos y UxP fue de 277 mil votos, un margen que necesita ampliar pese a que en la Provincia no hay segunda vuelta y se gana sólo por un voto.

Con los números de las PASO sobre la mesa, el comando de campaña provincial analizó esta semana la performance en las ocho secciones electorales y comenzó a debatir las estrategias para subir el caudal de votos «de todos lados»: los ausentes, los candidatos que quedaron en el camino y los extranjeros, entre otros. Unión por la Patria ganó en la primera y la tercera sección, mientras que Juntos triunfó en las seis restantes. Los libertarios quedaron terceros en toda la Provincia y encendieron una luz de alerta hacia octubre ya que, en este test electoral, llegaron al piso en siete secciones para ingresar diputados y senadores a la Legislatura bonaerense.

En La Plata comenzaron a planificar la campaña que comenzará en septiembre, pero que en la práctica ya está en marcha. Hay tres ejes que Kicillof quiere profundizar y que fueron planteados esta semana en la reunión con el gabinete. El primero está puesto en reforzar la gestión y en mostrar lo que hizo en estos años, ya que en el gobierno están convencidos de que ese fue el diferencial que les permitió ganar. «Entendemos que lo que se puso en valor en la elección fue la gestión, especialmente en el interior donde sostuvimos un piso que nos permitió estar competitivos frente a Juntos», señalaron a Tiempo cerca del mandatario y remarcaron: «La gestión es nuestro capital».

El segundo eje será el debate de modelos y la defensa de derechos que propone el peronismo frente a las propuestas de Juntos por el Cambio con Patricia Bullrich en Nación y Néstor Grindetti en Provincia, como de La Libertad Avanza con Javier Milei a nivel presidencial y Carolina Píparo, su candidata a la Gobernación. La bajada de línea es mostrar el contraste y ser gráficos con las consecuencias que tendrían para los bonaerenses las políticas neoliberales.

El énfasis en la campaña para las generales también estará puesto en la cercanía con el electorado y, de hecho, Kicillof seguirá con las recorridas para reforzar su presencia en los territorios tanto oficialistas como opositores. «Axel está presente, da la cara y se ocupa de los problemas en primera persona. No somos la casta», subrayan en La Plata.

Como en la campaña a las PASO, Kicillof seguirá con recorridas e inauguraciones hasta la veda de actos de gestión. En ese plan hay especial interés de comando de campaña en distritos del Conurbano donde Unión por la Patria quedó abajo por muy poco, como Morón o Ituzaingó, o en los que se ganó y se puede ampliar esa diferencia, pero especialmente los de mayor peso electoral en el interior donde el peronismo hizo una buena elección e incluso le terminó ganando a Juntos.

En este listado de distritos donde el gobierno cree que tiene mucho para crecer están Olavarría, Bahía Blanca, Chivilcoy y La Plata. En todos habrá fuerte presencia de Kicillof. El resultado en Olavarría fue una de las sorpresas de la PASO. Allí gobierna el intendente del PRO, Ezequiel Galli, que fue derrotado en votos por el candidato de Unión por la Patria, el concejal Maximiliano Wesner. Los números abren una gran esperanza para octubre, no sólo a nivel local sino distrital ya que el municipio es cabecera de la séptima sección, que elegirá diputados provinciales en octubre. El «poroteo» legislativo es clave para Kicillof ya que, si se repiten los números de las PASO y es reelecto, tendrá una Legislatura adversa, con UxP en minoría y con los libertarios como tercera fuerza en ambas cámaras. «

Bahía Blanca y La Plata, dos desafíos

Bahía Blanca, distrito opositor y con gran número de electores, es otra de las apuestas de Axel Kicillof. El candidato de UxP, Federico Susbielles, terminó siendo el más votado, aunque como sello ganó Juntos, que tenía interna entre los senadores Nidia Moirano y Andrés De Leo. A nivel local, el peronismo quedó sólo a 2 puntos de distancia. En La Plata, el ministro de Justicia, Julio Alak, ganó la interna cómodo frente a los cuatro rivales pero quedó a 21 mil votos de distancia del intendente Julio Garro, que también se impuso en la pulseada interna contra el bullrichista Juan Pablo Allan. El conteo provisorio quedó 39 a 34 a favor de Juntos, un porcentaje que se repitió en el tramo de gobernador. Pese a esto, Kicillof terminó siendo el candidato más votado en la capital provincial, donde vive y gobierna.