En medio de la feroz interna en el Frente de Todos por el rumbo de la economía, el gobernador bonaerense Axel Kicillof mostró esta semana la receta kirchnerista para combatir la inflación en otro mensaje a la Casa Rosada, antes de que se conociera la inflación de marzo, la más alta mensual en 20 años. Mercados fijos, ferias itinerantes y control de precios forman parte del paquete que presentó el gobernador. «Son paliativos», dijo antes de repetir que el grueso de las medidas debe venir de Nación.
La presentación del paquete anti inflación, que se realizó en Ensenada, un bastión K, estuvo cargado de mensajes. El más importante: la presencia del secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, quien viene sosteniendo un fuerte enfrentamiento con el ministro de Economía nacional, Martín Guzmán, por la «guerra» contra la inflación y las medidas que deberían tomarse de manera inmediata. Feletti hizo públicas sus diferencias en varias oportunidades y viene sosteniendo que es necesario subir las retenciones a la exportación de trigo, maíz y girasol para desacoplar los precios internacionales de los alimentos del mercado interno, una medida que Guzmán ya declinó.
«Acá está todo lo bueno, lo que debe ser. Baja intermediación, productor directo al consumidor, mercados de proximidad, acotar los márgenes de intermediación, los fletes, reducir la logística. Todo se traduce en alimentos más baratos para el pueblo. Este es el rumbo», sentenció Feletti sobre las medidas que forman parte de una receta ya aplicada por el kirchnerismo cuando Kicillof era ministro de Economía de Cristina Kirchner.
La invitación del gobernador a Feletti fue un espaldarazo para el funcionario en medio del fuego cruzado que existe en el gobierno por el modelo económico. Aunque se muestra alineado con el presidente, Alberto Fernández, hace semanas que Kicillof viene subiendo el tono de sus declaraciones y advirtiendo que la «guerra» contra la inflación no está surtiendo efecto. Tras haber logrado cerrar paritarias con todos los gremios estatales, ya afirmó que «el sueldo no alcanza» debido a la suba de precios, como también remarcó que los dirigentes «no tienen que tener miedo de enfrentar ciertos intereses» en relación a los monopolios y oligopolios que existen en la industria alimenticia.
En La Plata remarcan que Kicillof «mantiene diálogo fluido» con Guzmán y que las medidas bonaerenses vienen a complementar, pero que quien debe actuar fuerte para bajar los precios es Nación. Él mismo lo aclaró en la presentación en Ensenada: «Son paliativos porque la Provincia carece de los instrumentos que hacen a la política económica nacional».
La mayoría de las medidas lanzadas ya se venían aplicando y, por eso, la idea es potenciarlas. Tal es el caso de los Mercados Bonaerenses, donde los productores venden alimentos de manera directa a los consumidores, lo que logra abaratar los costos en un 25%. El programa ya funciona en 76 de los 135 municipios y en 124 puntos como ferias periódicas. El objetivo es crear mercados fijos en diez municipios, con financiamiento de Provincia, en especial del Conurbano. Los que ya se anotaron son Ensenada y Morón (ambos avanzados), Lomas de Zamora, Baradero, Roque Pérez, Marcos Paz y Tapalqué. También se fomentarán las ferias minoristas y habrá descuentos del 40% con Cuenta DNI.
La otra medida fuerte del paquete es el programa de relevamiento y fiscalización de precios de las canastas que lanzó la secretaría de Feletti. El control estará a cargo del ministerio de la Producción, que conduce Augusto Costa, el ideólogo de “Precios Cuidados”. El objetivo de Kicillof es sumar al control en los comercios a los intendentes del oficialismo y también de la oposición.