Axel Kicillof ganó y fue reelecto por el 45% de los votos, pero no tuvo casi tiempo de festejar: ya está otra vez en campaña con el objetivo de garantizar que Sergio Massa gane el balotaje el 19 de noviembre. Seguirá con recorridas, actos e inauguraciones en cada distrito como hasta ahora en busca de convencer a los que no votaron al oficialismo. «No hay que relajarse», le dijo el gobernador a los intendentes de Unión por la Patria y los llamó a «militar en la calle» la boleta.
El papel electoral de la provincia es clave para el ministro de Economía ya que, en la elección del domingo pasado fueron los sufragios bonaerenses los que le permitieron sacarle una ventaja de 1.761.647 votos a Milei. El conteo provisorio muestra que el mayor aporte lo tuvo en Buenos Aires, donde terminó 1.691.055 votos arriba del libertario. Por esto, apenas tres días después, Kicillof juntó a los jefes comunales reelectos de UP en la Gobernación para marcarles la importancia de que la Provincia sea la palanca para que Massa llegue al sillón de Rivadavia.
En ese cónclave y acompañado por Massa, Kicillof bajó una línea clara. «No hay que relajarse. Lo peor que podemos hacer es pensar que está ganada la elección nacional, por más papelones que ellos hagan», les dijo el mandatario a los jefes comunales en referencia a la oposición. Los felicitó por el «gran trabajo» hecho para construir la victoria, pero les advirtió que «no hay tiempo para festejar por que ya estamos en campaña de nuevo». Y les repitió: «Está en juego la Nación, la Provincia y los distritos. En Provincia hubo un shock de obra pública y está en riesgo todo eso».
En esta nueva etapa de la campaña, la estrategia del peronismo es buscar votos en todas las peceras e ir por los votos de los radicales tras el sismo que significó el pacto de Patricia Bullrich con Javier Milei; del Frente de Izquierda-Unidad, de Juan Schiaretti y también de La Libertad Avanza. La atención está puesta especialmente en la posición que adoptarán los intendentes de la UCR que tienen buena relación con el gobierno de Kicillof. Si bien varios anticiparon de manera individual su rechazo a Milei, definirán una postura común en el Foro de Intendentes Radicales que se realizará el próximo 2 de noviembre en Trenque Lauquen.
«Vamos a seguir haciendo campaña como si (Axel) fuera candidato. Creemos que el proyecto de país de Unión por la Patria es el único posible en este contexto», señalaron a Tiempo cerca del gobernador. Y apuntaron que seguirán las inauguraciones y recorridas por el Conurbano y el interior y los actos con Massa «para hablarle a los que no nos votaron» y explicar «qué se pone en juego y cuáles serían las consecuencias» de las políticas que propone Milei.
Mientras concentra los esfuerzos en ayudar a Massa a llegar a la presidencia, Kicillof también perfila los trazos gruesos de lo que será su segundo mandato y ya piensa en los cambios que deberá realizar en su gabinete para gobernar a partir del 10 de diciembre. En su entorno aclaran que las definiciones serán consensuadas con la vicepresidenta Cristina Kirchner y con los intendentes y que llegarán casi al borde del recambio.
Hay cambios que se darán, de hecho, ya que varios de los ministros bonaerenses fueron en la boleta de Unión por la Patria para cargos locales o provinciales y ganaron. Es el caso del ministro de Infraestructura y Servicios Públicos, Leonardo Nardini, quien resultó reelecto intendente de Malvinas Argentinas, y volverá al distrito. En una situación similar está el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Julio Alak, quien resultó electo intendente de La Plata, según el conteo provisorio. Como la pelea es voto a voto y el intendente actual Julio Garro no reconoció la derrota, Alak aguarda la confirmación del escrutinio definitivo que comenzará este lunes en La Plata.
También resultaron electos el ministro de Seguridad, Sergio Berni, como senador por la segunda sección electoral; la presidenta del Instituto Cultural bonaerense, Florencia Saintout, como senadora por La Plata y el ministro de Trabajo, Walter Correa, como primer concejal de Unión por la Patria en el distrito de Moreno. Es probable que los tres continúen en el gabinete, aunque es una definición que todavía no está tomada.
El cambio que sí está confirmado es la eliminación de la Jefatura de Gabinete, que quedó vacante tras la renuncia de Martín Insaurralde por el escándalo de las fotos en Marbella. El mandatario enviará a la Legislatura una nueva ley de Ministerios con ese y otros cambios una vez que pase el balotaje. «