Mientras sigue el fuego cruzado en Nación, el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, hizo silencio hoy sobre la crisis en el gobierno nacional y se concentró en escuchar a los intendentes para «recalcular» de cara a las elecciones de noviembre. Completó la ronda con intendentes del conurbano para analizar los números de la derrota y seguirá mañana con los del interior. Ya puso a su gabinete a trabajar en más medidas económicas para la reactivación de cara a las elecciones generales.
Como lo hizo el martes con los jefes comunales de la tercera sección, el mandatario recibió a los jefes comunales de la primera en la Casa de Gobierno platense, acompañado por la vicegobernadora Verónica Magario, el jefe de Gabinete, Carlos Bianco, la ministra de Gobierno, Teresa García, el ministro de Hacienda y Finanzas, Pablo López, el ministro de Desarrollo de la Comunidad, Andrés Larroque, y su par de Seguridad, Sergio Berni.
La reunión se extendió por más de dos horas en las que los jefes comunales hicieron catarsis y repasaron junto al equipo provincial los resultados de las elecciones legislativas PASO del domingo pasado. En la Primera, Juntos le ganó al Frente de Todos 39 a 35 en la categoría de senadores provinciales y 37 a 33 en la categoría de diputados nacionales. Es una sección clave para el Ejecutivo en la batalla para conseguir más bancas en el Senado bonaerense.
Los intendentes interpretaron que hubo varios factores por los que se perdió: el más importante fue el económico, por el que todos señalan a la Nación. También enfatizaron la baja participación que está en relación con la apatía, el agotamiento de la pandemia, y la «falta de perspectiva a futuro» en una buena parte de la población.
También hubo reclamos por la campaña en sí. Creen que faltó más presencia de Kicillof en los distritos. La derrota reflotó un viejo reclamo de los jefes comunales que le facturan al mandatario no tener representación en el gabinete provincial. «Es necesario que se refuerce un poco el gabinete con territorio real, nadie de ahí tiene territorio», chicanean.
Durante el encuentro se repasaron los números de la gestión. Se acordó acelerar el ritmo de las 400 obras de infraestructura que están en proceso de licitación, reactivación y ejecución en la región, y las 1.100 obras en establecimientos educativos en el marco de Escuelas a la Obra. También se habló del plan de vacunación y de la situación epidemiológica en cada distrito.
Kicillof continuará mañana con la ronda de reuniones con el resto de los alcaldes peronistas del interior. Recibirá a los de la Segunda, Cuarta, Quinta, Sexta y Séptima sección electoral. En todas ellas, el FdT perdió a manos de Juntos y la UCR y encendió las alarmas en la gobernación por la renovación de la Legislatura en noviembre. De repetirse los números, no sólo seguiría en minoría en el Senado sino que podría perder bancas en Diputados.
La intención del gobernador es reforzar las medidas para aliviar -dentro del margen que tiene su gobierno- la situación económica y productiva. En este sentido ya ordenó a su «gabinete productivo» que trabaje en nuevas medidas para reactivar la economía provincial y que refuerce los programas de crédito y de impulso al consumo que están en marcha, según explicaron fuentes oficiales a Tiempo. Ya están abocados a esa tarea Bianco, junto al ministro de la Producción, Augusto Costa, sus pares de Trabajo, Mara Ruiz Malec, y de Desarrollo Agrario, Javier Rodríguez, así como el titular de ARBA, Cristian Girard, y el presidente del BAPRO, Juan Cuattromo.
Kicillof, que descartó por ahora mover fichas en su gabinete, evitó en las últimas 48 horas pronunciarse sobre la crisis que se vive en el gobierno nacional. No lo hizo a través de las redes sociales, como sí hicieron otros gobernadores, y desde su entorno aseguraron que «no va a opinar del tema».