Se está derrumbando la República en función de una serie de shows judiciales, procedimientos de tipo mafioso, coacciones, resumió el ex juez de la Corte Suprema de Justicia, Raúl Zaffaroni, actualmente en la Corte IDH.
El juez consideró que con la detención del ex vicepresidente Amado Boudou sin un procesamiento previo. Está cayendo el estado de derecho a pedazos. Prisiones preventivas con el pretexto de que puede perjudicar el avance de la investigación cuando la base de la investigación, donde los hechos que se denuncian son de prueba documental, se secuestra la prueba y listo, manifestó.
Estamos viendo una presión sobre jueces díscolos, se está terminando el pluralismo dentro del poder judicial. Hay una persecución ideológica, resumió en diálogo con AM 750.
En el mismo sentido, la titular de la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional y presidenta de Justicia Legítima, María Laura Garrigós de Rébori, afirmó que «el uso de la prisión preventiva como adelanto de condena es una práctica perversa, y aseguró que la prisión preventiva sólo se justifica si el proceso no puede seguir adelante, cuando (el acusado) se prófuga, cuando entorpece las investigaciones. Uno tiene que decirlo sobre una base fáctica, objetiva, los jueces no resolvemos a ojo de buen cubero».
En diálogo con Radio 10, la jueza destacó que la prisión preventiva es «más gravosa» que la condena definitiva que podría recibir y agregó: «He escuchado al abogado (de Boudou, Eduardo) Durañona. Durante cinco años de proceso estuvieron a derecho. Es un delito que, en el caso de ser condenado, no va a ser de cumplimiento efectivo, porque es un delito de pena que no supera los tres años. En este caso, a la larga, la prisión preventiva es más gravosa que la sentencia condenatoria».
Para Garrigós, «la investigación parece ser incipiente», porque el ex vicepresidente «ni siquiera ha sido indagado, falta toda la etapa instructoria y después le falta el juicio».
Finalmente, la magistrada subrayó que «no se puede justificar jurídicamente» la medida de Lijo de detener a Boudou, por lo que «la justificación será otra».