“Los testimonios confirman lo que ya venían denunciando acerca de la participación y colaboración de directivos de la empresa Mercedes Benz en la concreción de delitos de lesa humanidad”, explica el abogado Diego Morales, director de litigio del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS). El organismo es querellante en el caso de secuestro y desaparición de trabajadores de la automotriz Mercedes Benz que se investiga en el juicio por la megacausa Campo de Mayo que el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°1 de San Martín realiza desde el 29 de abril pasado y que continuará este miércoles. Pese a que el debate oral no tiene sentados entre los 20 acusados a gerentes de la empresa, las querellas creen que servirá para sumar prueba para demostrar la empatía de intereses que la dictadura cívico militar tuvo con las grandes empresas radicadas en el país, para definir al sindicalismo como un sector a erradicar. “Puede ser un aporte más a este proceso que se está consolidando respecto de la responsabilidad de empresarios”, se esperanzó el abogado.
Las últimas dos audiencias del juicio por la megacausa fue por los casos de siete trabajadores de la automotriz secuestrados, torturados y desaparecidos durante la última dictadura cívico-militar. Es apenas una parte de los 169 casos que se analiza en el debate. “En el caso de Mercedes Benz los aportes que hicieron los funcionarios Tasselkraut y Cuevas es haber entregado información sobre trabajadores que eran, a la vez, dirigentes sindicales. Hay un solo sobreviviente, que va a declarar, que es Héctor Ratto. El resto se encuentran en situación de desaparición forzada”, explica el director de litigios del CELS. Se refiere al gerente de Asuntos Jurídicos, Rubén Pablo Cueva, y el de Producción, Juan Ronaldo Tasselkraut, quienes no fueron involucrados en el expediente a pesar de los pedidos de las querellas.
-¿En las declaraciones de los ex trabajadores se puso en evidencia el contacto que existía entre esos directivos y el esquema represivo?
-Con el Ejército en particular. Muchas empresas formaron parte de los objetivos que definió el Ejército en términos de considerar a los trabajadores de esas empresas como potenciales oponentes a los cuales había que controlar y reducir. Como ejemplo están la Ford y la Mercedes Benz, dos empresas automotrices importantes que fueron de alguna manera investigadas y formaron parte de este proceso represivo.
-La causa Ford es un antecedente que llegó a juicio y se condenó a dos directivos en diciembre pasado, pero en el caso de Mercedes Benz no hay funcionarios de la empresa imputados.
-En la causa Campo de Mayo se acumularon numerosos casos que sucedieron en cuatro centros de detención que había allí, pero está dirigida a determinar la responsabilidad de los funcionarios militares. Es una megacausa y un tramo de ella es la detención, secuestro y desaparición de trabajadores de Mercedes Benz, pero en esa investigación que ahora está en debate oral no se está discutiendo la responsabilidad de los directivos de la empresa. Esto tiene que ver con las investigaciones en materia de delitos de lesa humanidad y tiene que ver con la renuencia de la justicia en avanzar con la investigación de la empresa.
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-¿Cuál es la importancia del juicio en relación a futuras investigaciones sobre las responsabilidades empresariales?
-Ratto declaró en Conadep, declaró en el juicio a las juntas, declaró en diversos procesos judiciales en etapa de instrucción. Pero Ratto, al igual que otros trabajadores, es la primera vez que va a declarar en un juicio oral con relación a su secuestro como trabajador y dirigente sindical de la empresa Mercedes Benz. Es una oportunidad para escuchar los testimonios de esos trabajadores en juicio oral. Esto va a determinar responsabilidades penales para aquellos militares que estaban a cargo de Campo de Mayo y que integraban las patotas dedicadas a secuestrar personas y a torturarlas. Pero a la vez, la evidencia que existe con relación a Mercedes Benz va a haber pasado por un debate oral. Eso puede permitir varias cosas como solicitarle a la jueza de instrucción que avance con estos testimonios o pedir mayor premura porque en un juicio oral se probó que hay un nexo de causalidad entre los secuestros de estos trabajadores y la participación de empresarios que puede dar lugar a que se impulse la participación en instrucción. Tiene un significado que es la posibilidad de escuchar el testimonio en debate oral y adquiere, si se quiere, mayor firmeza. La semana pasada los testimonios dejaron claro que su militancia gremial fue lo que determinó sus detenciones. Que eso esté reafirmado en una sentencia eventual que pueda haber, es importante.
-¿La causa Ford generó un precedente positivo respecto al juzgamiento de de las responsabilidades empresariales?
-El precedente de Ford es enorme. La justicia identificó que el actor sindical era un componente que era considerado por las empresas y el sector militar como parte de los enemigos de la Nación. Ese es un primer punto importante: empresas y funcionarios militares coincidieron en que debían que resolver el problema del activismo sindical. Y la segunda cuestión es que logró determinar cuál fue el aporte concreto que hicieron los directivos de la empresa para que se concretase un delito de lesa humanidad, en este caso la detención, el secuestro y tortura de trabajadores de la empresa.
-¿Y en el caso Mercedes Benz?
-Nosotros creemos que ahí hay responsabilidad tanto del director de asuntos jurídicos como del director de manufactura en proveer información al Ejército con relación a que trabajadores eran activistas sindicales. En el caso de Ratto, además, fue secuestrado en la fábrica: las declaraciones de Ratto indican que lo convocó Tasselkrautz a su oficina y en ese contexto es secuestrado y escucha la información que el directivo pasa sobre otros ocho activistas sindicales que días después son secuestrados. Si bien no están sentados los directivos de la Mercedes Benz en este juicio es posible que aparezca en este proceso verdad con relación a la participación de estos directivos en la detención y secuestro de los trabajadores.
-¿La asociación de intereses de las empresas con la dictadura estuvo ligada a aumentar sus ganancias? ¿Eso ocurrió en el caso de Mercedes Benz?
-Eso es dispar. Hubo empresas como Astilleros Astarsa que luego quebraron. Para afirmar eso hay que establecer la relación entre el secuestro, el activismo sindical y las ganancias. Yo creo que lo que estaba en la escena era la necesidad de anular la actividad sindical. Eso claro, después puede devenir en ganancias para la empresa. Pero no es directa la relación entre ganancias económicas con la desaparición de trabajadores, si en la anulación de activismo sindical.
-¿Qué expectativas tienen con el debate? ¿Que cree que va a quedar demostrado con este juicio?
-Que adquiera una capa más de verdad y se consolide el testimonio de los trabajadores de la empresa y sus familiares que vienen desde 1984 denunciando el grado de participación de directivos de la empresa. Me parece que es un paso más en este proceso de Memoria, Verdad y Justicia argentino, que tiene sus vueltas pero que tiende cada vez más a consolidarse. Y por otro lado, creemos que este tramo de los trabajadores de Mercedes Benz que se analiza en la causa Campo de Mayo puede ser un aporte más a este proceso que se está consolidando respecto de la responsabilidad de empresarios. Y esa es nuestra pretensión. Claro, tenemos esta situación de que hay respuestas dispares.